El día de ayer, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México (CDMX), realizó un mitin en la explanada del Monumento a la Revolución, acto que promocionó en sus redes sociales con un aforo aproximado de 80 mil personas.
Debido a la popularidad del presidente, un porcentaje habría acudido de manera voluntaria para la convocatoria, pero como en los tiempos del viejo PRI, también hubo decenas de miles de acarreados.
Son varios videos que se compartieron en redes sociales, que documentan las caravanas de microbuses, camiones foráneos y camiones de transporte de pasajeros de varias partes de la capital que se desplazaron, con mantas alusivas a la revocación de mandato (AMLO no está solo…).
Para el caso de Tlalpan, por ejemplo, las reuniones para los acarreados se dieron cita en el Parque Morelos, de la tercera sección, donde a cada acarreado le pagaban entre 100 y 500 pesos, según testimonios anónimos, dependiendo la negociación con el líder en turno.
A los operadores de los transportes, se les pagó lo que se llama “la cuenta” que oscila entre los 800 pesos (microbuses) hasta los mil 200 pesos (camiones de transporte grandes) por unidad; los videos detallan caravanas de hasta 20 unidades que se desplazan por el Periférico hacia el Centro Histórico.
Al respecto, el usuario CarlosTorresF, a través de su cuenta de TW, muestra como hay una fila de por lo menos 30 morenistas, con gorritas y banderas, quienes reciben pagos en efectivo de un hombre de pantalón negro, justo a un lado del Monumento a la Revolución, donde Claudia Sheinbaum arengó en contra del Instituto Nacional Electoral (INE).
¿Y a los acarreados les pagaron?
Pues… pic.twitter.com/nX4IiSZvTv
Según Sheinbaum, ‘pidió permiso’ para ausentarse de sus labores cotidianas y asistir al mitin en donde arremetió contra el árbitro electoral y expresó su total respaldo a la consulta ciudadana que se hará el domingo 10 de abril.
En el supuesto caso que a cada acarreado al evento se le hubiese pagado 500 pesos, el costo del evento, de puro acarreado, sería de 80 millones de pesos, sin contar las miles de banderitas, gorras, ni el pago a los operadores, con lo que el costo del mitin podría llegar a cientos de millones de pesos.
“¿De dónde salió ese dinero para esa austeridad republicana?”, comentó una señora a este reportero durante un recorrido por Tlalpan.