A raíz de la pandemia y el confinamiento, el entorno laboral ha cambiado y se incorporó la digitalización de manera acelerada, se valoraron nuevos perfiles profesionales, se flexibilizaron las modalidades de trabajo, se visibilizó y se le dio mayor importancia a la salud mental de los trabajadores.
Personal de recursos humanos, gerentes, directivos y todo aquel que maneja personal están definiendo nuevas líneas de trabajo, incluso formas de relacionarse vertical y horizontalmente, lo que está modificando las formas de liderar equipos.
El trabajo presencial transitó hacia el trabajo remoto basado en la confianza, la disciplina y la cooperación; la comunicación cara a cara se movió hacia la virtualidad y las videoconferencias tomaron un lugar preponderante y de manera continua. La pandemia movió al mundo y lo transformó.
Yolí Sánchez Neyoy, coach de carrera y empleabilidad para ejecutivos, comentó: “La dinámica se está digitalizando, hay un mayor uso de herramientas para gestionar proyectos, reclutar personal y colaborar, pero esto ya venía pasando desde antes de la pandemia, solo se aceleró y se democratizó, es decir, las empresas con prácticas más tradicionales de reuniones presenciales una a una se subieron a la ola digital. Incluso hay empresas 100% digitales cuyos integrantes no se han conocido aún”.
El confinamiento terminó y estamos regresando a una aparente normalidad. Muchas compañías han logrado cambiar el switch y están modificando sus esquemas de trabajo entendiendo las necesidades de los trabajadores, optimizando sus procesos y mejorando la dinámica.
Hoy, las empresas están descubriendo que los procesos y los procedimientos que antes eran habituales hoy resultan menos esenciales de lo que se pensaba, y los directivos y gerentes están aprovechando la coyuntura para adaptarse a los beneficios del trabajo remoto o híbrido.
La verdadera flexibilidad requiere de un pensamiento realmente nuevo y esta transformación en la dinámica laboral conlleva formas de trabajo innovadoras en la ecuación jefes-colaboradores. En dos palabras: nuevos liderazgos, es decir, adquirir una habilidad, aptitud o capacidad para ejercer influencia sobre los demás para lograr objetivos en común.