El crecimiento de la industria digital está teniendo un impacto cada vez mayor en el medioambiente, informa la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en su último estudio anual sobre la economía digital.
El ecosistema digital consume muchos recursos, sobre todo metales raros, y también emite una cantidad considerable de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Con el crecimiento de la demanda mundial de transferencia, procesamiento y almacenamiento de datos para nuevas tecnologías como blockchain, inteligencia artificial y 5G, las emisiones vinculadas a las actividades digitales van a dispararse.
Durante el 2020, el sector de las tecnologías de la información y la comunicación ya emitía entre 0.7 y 1.6 gigatoneladas de CO₂ equivalente al año, es decir, entre el 1.5% y el 3.2% del total de las emisiones globales, según las estimaciones publicadas por la UNCTAD.
Según un análisis basado en medias mundiales, analizando la huella de carbono de los principales aparatos electrónicos de casa a lo largo de todo su ciclo de vida, las computadoras de escritorio tienen los peores resultados: 948 kg de CO₂ producidos por aparato desde su fabricación hasta el final de su uso, se sitúan justo por delante de los televisores (897 kg de CO₂ equivalente).
Por el contrario, los dispositivos alimentados por baterías tienen mayor impacto en su fase de fabricación con un ciclo de vida más corto [ver cuadro].