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La carga eléctrica será parte del futuro inmobiliario. Los nuevos edificios ya contemplan cargadores para VE. Esto garantiza que la infraestructura esté lista para lo que viene y asegura un crecimiento sustentable.

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La estandarización de los procesos, infraestructura y experiencia de los usuarios de vehículos eléctricos (VE) aporta previsibilidad a la carga y puede impulsar el crecimiento de la adopción de VE.

Establecimiento de normas

Para los operadores y sus inversores, establecer estándares ayuda a generar más certeza sobre las condiciones futuras de la carga de VE, lo que fortalece el argumento comercial. Para los conductores, esto ayuda a que la carga de un vehículo eléctrico sea más cómoda.

 

La exigencia de que los nuevos edificios cuenten con carga eléctrica indica que habrá demanda futura para los proveedores de carga, al tiempo que se garantiza que el parque inmobiliario estará preparado para el futuro. Establecer estándares para las operaciones de carga, como garantizar que los puntos de carga sean independientes de la marca, crea una experiencia más predecible para los conductores de VE, lo que favorece su adopción.

 

Se han logrado avances importantes con algunas legislaciones, como el Reglamento sobre infraestructura de combustibles alternativos de la Unión Europea y el Programa de fórmulas para la infraestructura de vehículos eléctricos nacionales de Estados Unidos. Estas reglamentaciones exigen que las estaciones de carga tengan como estándar pagos sin contacto y de circuito abierto, lo que contribuye a la comodidad y facilidad de uso.

Los datos son un factor clave para ayudar a fundamentar la toma de decisiones y comprender las tendencias clave en materia de recarga de VE, como la cantidad de VE que se venden actualmente, las previsiones de demanda de tráfico y la infraestructura existente o prevista para este tipo de autos. Al proporcionar estos datos a los operadores de recarga y de flotas, los gobiernos municipales pueden ayudar al sector privado a comprender mejor cuándo y dónde invertir e instalar sistemas de recarga.

Además, explorar asociaciones en las que el sector privado proporcione datos a las urbes puede ayudar a fundamentar la toma de decisiones sobre dónde son mayores las necesidades de carga.

 

Por ejemplo, muchos conductores de autos compartidos dependen de las redes de recarga públicas, que en muchas partes aún son muy limitadas, en particular para la carga rápida.

 

Uber está colaborando con metrópolis de todo el mundo para orientar la toma de decisiones sobre la instalación de cargadores. En función de la disponibilidad de puntos de carga cercanos a los hogares de los conductores, la combinación de carga rápida y lenta, entre otros factores, Uber ha creado escenarios de demanda de carga para ayudar a las ciudades a identificar áreas prioritarias para nuevas instalaciones de carga.

 

 

En Londres, Uber contribuyó con 5 millones de libras (6.5 millones de dólares) para instalar 700 nuevos puntos de carga públicos en tres áreas con infraestructura de carga limitada, lo que aumentó la red de carga general de la capital británica en más del 7 por ciento.

Capacidad y acceso a la red

Ante las crecientes demandas de las redes eléctricas por parte de múltiples sectores, es crucial garantizar la capacidad y el acceso a la red en la transición a los VE. Si bien los gobiernos municipales pueden no ser responsables de la gestión de las redes en muchos casos, pueden desempeñar un papel clave, en particular al facilitar las relaciones entre los operadores de la red y los proveedores de carga.

Las administraciones municipales pueden apoyar a los abastecedores de carga agilizando los procesos relacionados con el acceso a la red, por ejemplo, simplificando los permisos e identificando los sitios para su instalación.

Las administraciones municipales también pueden contribuir a la resiliencia y estabilidad de la red alentando a los proveedores de carga y a los operadores de flotas a adoptar la carga bidireccional, en especial en los grandes sitios de instalación de carga.

 

Para apoyar a la flexibilidad y estabilidad de las redes, en lo posible, las metrópolis, deberían apoyar al sector privado en la introducción de fuentes de energía limpia en las estaciones de carga, trabajando con las empresas de servicios públicos, el gobierno federal y los operadores de la red para reducir las complejidades que suelen surgir al conectar fuentes de energía complementarias a la red.

 

En Nottingham, Inglaterra, el gobierno local instaló 40 cargadores bidireccionales tras la compra de unos 250 VE. Estos cargadores se combinan con paneles solares y baterías para la producción y almacenamiento de energía en el lugar. Los cargadores de vehículo a red permiten que los vehículos y los paneles solares carguen las baterías del sitio, que luego pueden alimentar el sitio o devolver energía a la red, lo que reduce la demanda durante las horas pico y genera ingresos para la ciudad al suministrar electricidad a la red.