En la persecución de sus dos pasiones, la arquitectura y el océano, Jacques creará una ciudad flotante con forma de matarraya, será autosostenible, podrá obtener energía de fuentes renovables y no fabricará ningún tipo de residuo.
Con capacidad para albergar hasta 7,000 personas, la ciudad flotante tendrá 899.16 m de largo y 502.92 m de ancho; contará con aulas, viviendas y una laguna interior para investigaciones marinas. El costo será de aproximadamente 50 millones de dólares (mdd).
Rougerie, conocido por sus diseños innovadores en exploración de océanos, ha construido hábitats submarinos, laboratorios, centros de investigación, museos subacuáticos, es decir, todo bajo el océano, para demostrar la belleza y el papel importante del mar.
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