Con el objetivo de ofrecer espacios superiores y una nueva forma de interactuar con el arte, el El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA, por sus siglas en inglés) abrió sus puertas al público después de atravesar por una renovación artística y arquitectónica.
Los trabajos consistieron en una ampliación de más de 3 mil 700 metros cuadrados de nuevas galerías y la inclusión de un estudio para desarrollar arte en vivo y un Laboratorio de Creatividad con fines educativos.
El proyecto arquitectónico busca "aumentar el espacio de la galería y permitir que el museo exhiba significativamente más de su diversa colección en formas más profundas e interdisciplinarias, para brindar a los visitantes una experiencia más acogedora y cómoda, y para conectar mejor el museo con el tejido urbano del centro de Manhattan", explicó el despacho Diller Scofidio + Renfro en su página oficial.
El desarrollo artístico del museo luce uniforme con el paisaje urbano de Manhattan, lo que permite una interacción entre el museo y el centro de la ciudad. Además, hay salas de exposición que son visibles desde todos los puntos y pueden ser vistas desde el exterior, lo que las hace totalmente gratuitas.