La Fundación Hyatt anunció este martes los nuevos ganadores del Premio Pritzker, y las arquitectas irlandesas, Yvonne Farrell y Shelley McNamara, fueron las merecedoras del “Nobel de la arquitectura” en su 42 edición.
El dúo ganador son autoras de una docena de edificios universitarios y comisarías de la última Bienal de Venecia 2018 de la que fueron directoras. También son reconocidas por sus intervenciones contextuales y modernas que están atentas a la historia, demostrando altos niveles de sensibilidad y artesanía. Farrell y McNamara se conocieron durante sus años de la Escuela de Arquitectura del University College Dublin (UCD). En 1976, recién licenciadas, fueron invitadas a ejercer como docentes en la misma universidad donde se habían graduado. Asimismo, en 1978 junto con dos socios más, establecieron en Dublín su despacho, Grafton Architects.
Las arquitectas han integrado la enseñanza en gran parte de su trayectoria, y es que han enseñado en la UCD durante más de tres décadas y en 2015 son nombradas profesoras adjuntas de la universidad. Fueron titulares de la Cátedra Kenzo Tange en la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard en 2010 y de la Cátedra Louis Kahn de la Universidad de Yale en 2011, además de impartir clase en prestigiosos centros, como la École Polytechnique Féderale de Laussane y la Academia di Architettura di Mendrisio.
Farrell y McNamara definen la arquitectura como una estructura para la vida urbana, que nos arraiga y nos conecta al mundo de una manera en la que ninguna otra disciplina de espacio puede hacerlo. Han completado numerosos proyectos que ayudaron a mejorar las ciudades y responder a las necesidades locales en Irlanda, Reino Unido, Francia, Italia y Perú. Las irlandesas también fueron galardonadas este año con la Medalla de Oro del RIBA.