Tras la propagación del Coronavirus (COVID-19) en todo el mundo, diferentes países han tomado medidas de emergencia para salvaguardar la vida de los enfermos. En días pasados, se dio a conocer que China había conseguido construir un hospital en 10 días, por otra parte, México optó por montar un hospital inflable en tres.
La arquitectura neumática, mejor conocida como inflable, se dio a conocer en 2013, cuando el arquitecto Japónes −Pritzker 2019−, Arata Isozaki, y el escultor británico Anish Kapoor inauguraron la primera sala de conciertos con capacidad para 500 personas.
Nombrado Ark Nova, fue altamente reconocido por la facilidad de que puede ser empacado y transportado gracias a su materialidad. El proyecto fue encargado por el Festival de Lucerna de Suiza como una forma de llevar conciertos y actuaciones a diferentes zonas de Japón que habían sido afectadas por el terremoto y tsunami de Tohoku.
Siete años después, ante encontrarse el mundo en una emergencia sanitaria, la empresa Tecnodimensión, con sede en España y especializada en este tipo de arquitectura, montó una unidad hospitalaria inflable en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, en México.
Tiene una superficie total de mil metros cuadrados, en los que se distribuyen un total de nueve módulos de atención con tres áreas de terapia intensiva y consultorios médicos. En cuanto a capacidad, fue planeado para atender entre 70 y 80 personas diariamente.
Su estructura interior es de acero desmontable y puede soportar ráfagas de viento de hasta 100 km/h.