El concepto del Museo de Astronomía de Shanghái fue incorporar, de manera abstracta, la arquitectura con algunas de las leyes fundamentales de la astrofísica.
“Una vez que adoptamos la idea de un conjunto de formas curvilíneas, aprovechamos cada oportunidad para convertirla en la base misma del edificio y la experiencia”, señaló Thomas J. Wong, socio de Diseño de Ennead Architects.
Está ubicado al suroeste del municipio chino, y forma parte del Museo de Ciencia y Tecnología de Shanghái. Con 39 mil metros cuadrados, la firma lo denomina “el museo más grande del mundo dedicado exclusivamente al estudio de la astronomía”.
Ennead Architects diseñó el edificio en torno a tres formas arquitectónicas distintas, cada una derivada del movimiento de los cuerpos dentro del universo: La cúpula invertida, la esfera del planetario y el ‘Oculus’.
“La noción de movimiento orbital y su relación con el tiempo se convirtió en una fuente primaria de inspiración arquitectónica. Estamos dentro de un universo que está en continuo movimiento, algo tan esencial como fácil de pasar por alto”.
El recinto está dividido en dos volúmenes, uno de los cuales domina una plaza, y un estanque reflectante frente a la entrada principal del museo. Aquí, una abertura circular llamada ‘Oculus’, fue diseñada para mostrar el paso del tiempo. Al mediodía del solsticio de verano, se proyecta un círculo completo sobre una plataforma negra construida dentro de la plaza.
La mayoría de los espacios de galería están ubicados a un lado del vestíbulo de entrada, y un teatro planetario en otro. Ubicado en una esfera que está suspendida sobre un pequeño auditorio por tres soportes de hormigón, el planetario fue diseñado para tener un impacto visual inmediato.
Según Wong, “otro momento de impacto dentro del Museo de Astronomía de Shanghái ocurre con la suspensión ingrávida de una esfera, que se revela gradualmente a medida que uno se acerca desde el atrio y desafía visualmente todo sentido de gravedad”.