Con un diseño a cargo de Renzo Piano, el complejo tiene una fachada brillante en bloques de azulejos de color rojo, amarillo, verde lima y naranja. Ofrece alrededor de 38 mil metros cuadrados (m2) de espacio para oficinas, que actualmente se comparte entre Google –que alquila oficinas en el lugar desde 2012– y otros inquilinos.
El director general de Google en Reino Unido e Irlanda, Ronan Harris, explicó que la compra indicaba la confianza de la empresa en que los trabajadores regresarían a las oficinas físicas tras la pandemia de Covid-19.
“Con sede en el próspero West End de Londres, nuestra inversión en este sorprendente desarrollo diseñado por Renzo Piano representa nuestra continua confianza en la oficina como un lugar para la colaboración y la conexión en persona”, escribió en una publicación en el blog de Google.
Asimismo, informó que, en los próximos años, los espacios en Central Saint Giles sufrirán una “remodelación millonaria” que se centrará en crear espacios que respalden la visión de Google del futuro del trabajo, con énfasis en la colaboración, la flexibilidad y el bienestar.
A cargo de los interiores estará la firma estadounidense, con sede en Florida, BDG Architects, cuyas imágenes muestran áreas de descanso, con rincones para el trabajo centrado en el individuo y una instalación de arte orientada al bienestar.
Se incluirán también “cápsulas de equipo” que, según la visión de Harris, son “nuevos tipos de espacios flexibles que se pueden reconfigurar de múltiples maneras” según las necesidades, es decir, ya sea para trabajo enfocado, colaboración, o una combinación de ambos.
Una serie de espacios de trabajo al aire libre cubiertos permitirán a los trabajadores conectarse con la naturaleza, en tanto que una nueva escalera con ciertas características fomentará el movimiento de personas por todo el edificio y se abrirá una sala de estar en cada piso.