El Premio Pritzker es conocido como el "Nobel de la Arquitectura". Se otorga de manera anual a aquellos arquitectos cuya obra haya demostrado un talento excepcional, una profunda influencia en el campo de la arquitectura y un impacto positivo en el entorno construido.
Historia del Premio Pritzker
Recordando el pasado, este premio fue fundado en 1979 por Jay A. Pritzker, un empresario estadunidense, y su esposa Cindy Pritzker, a través de la Pritzker Architecture Prize Foundation. Cada año, el galardón incluye una medalla, un diploma y una suma de dinero que actualmente asciende a 100 mil dólares.
También el premio ha sido una plataforma para dar visibilidad a arquitectos que, aunque no tan conocidos globalmente, han realizado contribuciones significativas.
Ganadores del Premio Pritzker en los últimos 10 años
En los últimos diez años, el Premio Pritzker ha reconocido una gran diversidad de enfoques y estilos arquitectónicos. En esta primera parte, enlistamos los cinco más recientes.
Riken Yamamoto (2024): El arquitecto ha logrado producir arquitectura que sirva tanto de fondo como de primer plano para la vida cotidiana, desdibujando los límites entre sus dimensiones pública y privada y multiplicando las oportunidades para que las personas se reúnan espontáneamente, a través de estrategias de diseño precisas y racionales.
Diébédo Francis Kéré (2022): El arquitecto de Burkina Faso recibió el premio en 2022 por su obra que combina el diseño contemporáneo con soluciones constructivas que respetan el medio ambiente y las tradiciones locales. Su obra más emblemática es la Escuela Primaria de Gando en su ciudad natal, que utiliza materiales locales y técnicas sostenibles.
Lacaton & Vassal (2021): Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, de Francia, fueron galardonados por su enfoque en la sostenibilidad, la economía de los recursos y la renovación de edificios existentes, mostrando cómo se pueden transformar espacios sin necesidad de demolición.
Yvonne Farrell y Shelley McNamara (2020): Las arquitectas irlandesas fueron premiadas por sus diseños que promueven la participación social y la inclusividad. Ambas destacan por su compromiso con proyectos públicos que fomentan el bienestar de la comunidad.
El Premio Pritzker no solo resalta la genialidad individual, sino también la capacidad de los arquitectos para provocar un impacto social, cultural y ambiental significativo.