La industria de la construcción reportó en noviembre una contracción de -3.4% en términos anuales, lo que determinó que de enero a noviembre de 2019 el sector acumulara una caída de 5% respecto al mismo periodo de 2018. Este proceso recesivo del sector es el más profundo desde el ciclo adverso que se observó en 2009, cuando la economía del país experimentó una fuerte contracción derivada de la crisis financiera internacional y el problema de influenza.
Dentro del reporte negativo de noviembre, en particular, una dato rescatable es que la edificación creció 0.8% anual, para acumular en los once primeros meses del año recién terminado una caída de 3% a tasa anual. En su caso, la obra de ingeniería civil agregó un mes más sumido en una fuerte recesión al caer -12.1% a tasa anual en noviembre y acumular en el año un retroceso de -5.9% en su índice de producción.
Finalmente, los trabajos especializados para la construcción reportaron retrocesos de 13.7% anual en el mes reportado y -13.4% anual de enero a noviembre. Un análisis de Banorte indicó que “el repunte en edificación fue favorable, sobre todo tomando en cuenta que en diciembre la confianza empresarial también mejoró, condición que creemos necesaria para anticipar una mejoría más sostenible.
No obstante, la ingeniería civil sigue muy débil, más relacionada al sector público, que a la luz del reciente desempeño económico sugiere poco espacio de maniobra fiscal del gobierno federal para otorgarle mayor impulso. En este contexto, seguimos cautelosos a pesar de que vemos como positivo el acuerdo para impulsar la inversión privada. Por último, cabe mencionar que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) también anticipa una mejoría en 2020, estimando un crecimiento del sector de 1.5%”.