La industria de la construcción presentó en 2019 una fuerte caída en su índice producción a tasa del -5%, para presentar su peor desempeño desde la recesión de 2009.

La fuerte debilidad del sector viene de tiempo atrás, tan solo en 2018 la actividad avanzó un 0.6%, soportada un poco por la edificación que aun crecía; sin embargo,  en 2019 ésta también se debilitó y al final el sector mostró una baja generalizada de sus tres componentes.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en el año 2019 la edificación se contrajo -3%, en tanto las obras de ingeniería civil bajaron -6.1% y los trabajos especializados cayeron -13.1 por ciento.

En diciembre, en particular, el sector registró una contracción de -4.5% respecto al mismo mes de 2018.

Analistas de BX+consideran que “si la inversión privada responde a la disipación de parcial de la incertidumbre, en especial en el tema comercial (T-MEC), y a las bajas en las tasas de interés, la edificación podría mostrar un mayor dinamismo; la obra civil, sería beneficiada si mejora la ejecución del gasto público”.

En su caso, analistas de Banorte señalaron sobre las perspectivas del sector que: “reconocemos los esfuerzos recientes del gobierno federal para iniciar proyectos, incluyendo la primera fase del Plan de Infraestructura, mientras que el sector privado espera más detalles sobre los planes de inversión en energía –qué de acuerdo con reportes en prensa, deberían ser presentados este mes–. No obstante, seguimos cautelosos dado que la confianza empresarial en el sector borró las ganancias de diciembre, incluyendo en el componente sobre ‘el momento adecuado para invertir”.