La industria de la construcción inició el año con un retroceso de -8.6% en enero, con respecto al mismo mes del año previo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Durante el mismo mes del 2019, el sector reportó un crecimiento de 1.3%, periodo en el que los tres sectores de la industria crecieron moderadamente. Sin embargo, a lo largo del año, debido al subejercicio del presupuesto característico de un primer año de gobierno y el freno a la edificación en la Ciudad de México, el sector se vio seriamente afectado, para finalizar el año con una caída de -4.5 por ciento.
Durante el mes inicial del año las tres actividades de la industria de la construcción presentaron una caída generalizada, encabezada por un retroceso de -17.7% anual de las obras de ingeniería civil, seguidas por una contracción de -7.3% en la edificación y finalmente un ajuste de -4.9% en las obras especializadas.
Analistas de Banorte consideran que “el resultado elimina buena parte de las señales de un mejor momentum hacia este año”. Agregaron que junto a las manufacturas, la construcción es más vulnerable debido al potencial impacto del virus en el crecimiento económico. Asimismo, un eventual reducción del gasto público podría tener un efecto negativo adicional en el sector.
También opinaron que “es probable que la confianza empresarial continúe cayendo más de lo observado en la mayoría de los sectores en febrero ante un panorama más complicado”.
Un análisis de Monex indica que “desde nuestra perspectiva, de concretarse los proyectos planteados en el Plan Nacional de Infraestructura, podría presentarse una recuperación gradual de la industria de la construcción en el mediano plazo. Ésta podría retrasarse hasta finales del presente año o hasta el próximo bajo la coyuntura actual, en la que la aversión al riesgo ha aumentado de manera significativa”.