De hecho, la volatilidad del tipo de cambio peso-dólar ha disminuido desde su máximo alcanzado en marzo por la pandemia del Covid19, pero aún permanece muy por encima de lo observado en el 2019. En el largo plazo, se espera que el tipo de cambio retome sus determinantes de diferencial de tasa de interés, percepción de riesgo global y percepción de riesgo relativo sobre México. Sin embargo, en el corto plazo, el tema de las elecciones puede provocar riesgos en tres escenarios posibles:
- Un resultado tan cerrado que ambos candidatos se declaren ganadores y esto lleve a disturbios en distintas ciudades, lo cual paralizaría temporalmente a la economía de EUA.
- Demora en los resultados oficiales, debido a que una gran cantidad de personas han votado vía correo.
- Un congreso dividido o un presidente con un congreso en contra que propicie la expectativa de que la aprobación de nuevos estímulos fiscales, necesarios para que Estados Unidos continúe con su recuperación económica, se demorará más.
De hecho, una de las agencias calificadoras dijo que disturbios o demora en los resultados oficiales, podrían llevar a un recorte en la calificación crediticia de la deuda de Estados Unidos, algo que no sucede desde el 2011. Bajo un escenario de disturbios y recorte en calificación de EUA, se daría un alza en el tipo de cambio, como consecuencia en los cambios en los portafolios de inversión que podrían optar por migrar a activos considerados refugio, dejando a un lado el peso mexicano y los activos denominados en pesos.
Cabe destacar que en otros años electorales, el tipo de cambio ha reaccionado perdiendo en promedio en el mes 1.29%, contra 0.55% de depreciación en los noviembres sin elecciones. Al eliminar de la muestra los años de 2008 por la crisis financiera y 2016, por el efecto de las amenazas al comercio de Trump, el sentido cambia al mostrar el peso una apreciación promedio de 1.57%. Esto puede deberse a que tras las elecciones disminuye la incertidumbre.
Si los resultados se clasifican por partido ganador, resulta que en las elecciones ganadas por un candidato demócrata (desde 1996), el peso mostró una depreciación promedio de 0.99%. Por su parte, en las tres elecciones ganadas por republicanos, el peso se depreció en promedio 1.60%.
Nuevamente, al omitir de la muestra 2008 y 2016, resulta en una apreciación promedio de 1% con las victorias de demócratas y de 2.14% con victorias de republicanos en la presidencia.
Debido a lo anterior se espera que el tipo de cambio siga mostrando cautela, con tendencia a la baja, una vez que se conozca el resultado de la elección. En el escenario de una victoria de un partido en la presidencia, junto con mayoría en el Congreso, se podría dar una disminución más acelerada del tipo de cambio. Lo anterior, siempre y cuando se mantenga la percepción de riesgo global y la percepción de riesgo relativa sobre México.
No se descartan períodos de volatilidad para el tipo de cambio en los días cercanos al plazo límite para votar en EUA (3 de noviembre).