Empresas ICA, en su momento la constructora más prominente de México que atravesó un proceso de reestructuración y salió exitosamente de un concurso mercantil, ha intensificado su objetivo de salir definitivamente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), luego de que su cotización fuera suspendida en agosto de 2017.
La empresa, que llegó a alcanzar una valoración de 36,894 millones de pesos en su época dorada en la BMV, ha anunciado que en la Asamblea General Extraordinaria de Accionistas celebrada el 18 de agosto, se aprobó la cancelación de su listado, abarcando 58,658.8 millones de acciones que representan 100% del capital social en circulación, de acuerdo con información de El Economista.
La resolución adoptada en la asamblea establece que cada acción será adquirida a un precio de 0.0007524 pesos, una fracción ínfima en comparación con los 1.48 pesos a los que cotizaba antes de ser suspendida el 28 de agosto de 2017 por no cumplir con la presentación de su reporte financiero del segundo trimestre de dicho año.
Esta decisión refleja uno de los últimos recursos disponibles para ICA, que durante años enfrentó desafíos financieros sustanciales y tuvo que reestructurarse para adaptarse a un entorno de negocios más reducido. La empresa ha enfrentado dificultades en el pasado y ha trabajado arduamente para reencauzar su trayectoria.
A pesar de su reducción en tamaño, Empresas ICA sigue operando en el sector de la construcción, continuando trabajando en varios proyectos. La empresa ha sido adjudicada con contratos importantes bajo la administración federal actual, incluyendo la participación en el proyecto del Tren Maya y la construcción de la Refinería Olmeca Dos Bocas.