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Durante las últimas dos semanas, las empresas que cotizan en la BMV enviaron a granel la información correspondiente a los resultados de todas sus operaciones comerciales a lo largo del segundo trimestre de 2009
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- Durante las últimas dos semanas, las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) enviaron a granel la información correspondiente a los resultados de todas sus operaciones comerciales a lo largo del segundo trimestre de 2009. La razón de esto es para dar a conocer a los inversionistas una referencia del posible resultado que pueden esperar por las acciones que compraron o que les ayude a analizar cuáles son los documentos que podrían representarles un mayor rendimiento a futuro. Esto se debe a que uno de los requisitos para que una empresa emita instrumentos de deuda o recurra al Financiamiento Bursátil, es que de manera periódica reporte a los inversionistas de la bolsa sus Estados de Resultados cada tres meses. A partir de la información que las firmas proporcionen, los inversionistas pueden hacer un análisis de cuál es el comportamiento que pueden presentar las acciones de cada emisora, así como determinar el posible rendimiento que pueden obtener de ellas. De esta manera, quienes trabajan en el piso de remates de la Bolsa pueden establecer sus estrategias de compra-venta, partiendo de la idea de que una empresa en crecimiento es una excelente opción para invertir, mientras que una en recesión o estancamiento representa un alto riesgo. A grandes rasgos los Estados de Resultados o estado de pérdidas y ganancias dividen sus reportes en: ventas netas, costos de ventas, utilidad bruta, gastos de operación y utilidad neta. De las diferencias que existan entre las ventas y la utilidad neta, un inversionista puede determinar qué tan redituable o riesgoso puede resultar invertir en determinada acción, pues aunque una empresa reporte mayores ventas, es posible que su utilidad sea baja o incluso que tenga pérdidas durante el período reportado. A primera vista, el inversionista profesional no se dejaría llevar por ventas altas, así como tampoco se ahuyentaría por una utilidad baja o pérdida, pues antes buscaría la razón por la cual una empresa con grandes ingresos podría presentar una utilidad negativa. De esta manera el inversionista toma en cuenta también los costos de producción, los financiamientos, las tomas de utilidades y otros factores para definir si en verdad la empresa es un "negocio en marcha" o si se trata de una compañía que trata de salir a flote por una mala administración. Así, si una empresa muestra altas ventas, pero utilidades moderadas, puede que ello se deba a que haya invertido en su crecimiento o haya liquidado deudas, lo que a la larga puede resultar prometedor para el siguiente ciclo si vuelve a tener las mismas ventas pero con un contexto más firme. Por el contrario, si la utilidad moderada o pérdida se debe a que sus costos de producción son muy altos o a que se encuentra arrastrando una deuda a largo plazo, entonces estos elementos pueden indicarle al inversionista el riesgo que representaría invertir en esta firma. Asimismo, existen otros indicadores en el reporte de resultados que también sirven para determinar qué tan rentable es una empresa. Así, una firma cuyos ciclos de venta sean cortos puede resultar más redituable que una que conserva numerosos inventarios. En conclusión, los Estados de Resultados le permiten a los inversionistas obtener una "radiografía" de las empresas que cotizan en la Bolsa, a partir de lo cual pueden determinar si compran o si venden sus acciones a corto, mediano y largo plazo.