Comparativamente con el año 2016, la economía del país se ha desacelerado porque en el mismo periodo del 2016 se creció a una tasa anual de 2.8 por ciento.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), “esta desaceleración se explica en gran medida por un impacto temporal y limitado de los desastres naturales, que afectaron sobre todo dos rubros: la producción de petróleo, y servicios como los educativos y los relacionados con el turismo y el esparcimiento, que fueron suspendidos temporalmente en las zonas afectadas. Se considera que este efecto ya se desvaneció al restablecerse estas actividades…”.
Agregó que “con base en la evolución económica y que los resultados disponibles continúan reflejando a una economía mexicana resiliente a un contexto de volatilidad e incertidumbre elevados, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mantiene el rango de crecimiento del PIB estimado para 2017 en 2.0-2.6 por ciento”.
La actividad terciaría (servicios) ha sido el soporte del crecimiento, al avanzar 2.4% en el 3T17 y 3.2% en los nueve primeros meses, ambos en comparación anual, según cifras del INEGI.
Dicha tendencia ha compensado la contracción del sector secundario (industrial) que se contrajo -0.7% en el trimestre y -0.5% de enero a septiembre. La minería petrolera y no petrolera, además de la construcción, son las dos únicas actividades que presentan retrocesos de toda la economía y que han rezagado el crecimiento del país.
Por su parte, el sector primario avanzó 0.9% en el 3T17 y a lo largo del tres primeros trimestre en línea con la economía en su conjunto, con un crecimiento anual de 2.2 por ciento.