Puebla, Ciudad de México y Monterrey están entre las diez ciudades más favorables a la economía colaborativa en Latinoamérica (Latam), y Río de Janeiro, Bogotá, Alajuela y São Paulo, ocupan los primeros lugares, con 100 y 95 puntos.
El Índice de Economía Colaborativa Latam 2021 refiere que São Paulo no impone impuestos sobre el alojamiento en línea ni exige un sistema de permisos para quienes deseen alquilar en plataformas de alquiler de pisos, como Airbnb.
Agrega que en todas las ciudades latinoamericanas, las aplicaciones para compartir coche/alquiler de coche entre iguales, para compartir coche profesional y para compartir gimnasio son escasas, pero esta tendencia se rompe en muchas de las diez principales ciudades.
“Por ejemplo, Puebla de Zaragoza cumple con todos los requisitos en cuanto al uso compartido de vehículos y de pisos, pero ocupa un lugar más bajo porque no se permite el uso de scooters eléctricos y existe un impuesto sobre el uso compartido de pisos”.
El índice fue realizado por la Red Somos Innovación, Red Liberal Latinoamericana (Relial) y el Consumer Choice Center, y evaluó la disponibilidad de servicios de movilidad, transporte, alojamiento y actividad física, a través de plataformas digitales que conectan a consumidores y prestadores, en 44 ciudades de la región.
También consideró la accesibilidad que presentan dichas plataformas, en términos de requisitos, para quienes buscan ofrecer o consumir servicios a través de ellas. “Está claro que la economía compartida está en auge en América Latina y debemos esperar ver un mayor desarrollo en los próximos años”.
De acuerdo con los responsables del estudio, este índice es una recopilación “única de aplicaciones que puedes utilizar para mejorar tu experiencia” en la ciudades, además, el índice también se ocupa del acceso a estas plataformas.
Añaden que la ineficacia del transporte público y la incapacidad inherente del gobierno para predecir cómo evolucionará la innovación, junto con los altos niveles de corrupción y bajos salarios, son algunas de las razones por las que la economía colaborativa avanza y ofrece estos servicios al consumidor.
“Se puede concluir que, aunque hay margen de mejora, la economía colaborativa está floreciendo en América Latina. Las plataformas han demostrado una gran flexibilidad y voluntad de adaptarse a las particularidades sobre el terreno para ofrecer a los consumidores latinoamericanos más opciones”.
Finalizan que los gobiernos deberían crear y mantener las condiciones para que los servicios tradicionales como las empresas de las plataformas puedan competir en igualdad de condiciones: Debe ser el consumidor quien decida qué servicio utilizar.
Mayor información en https://docs.google.com/spreadsheets/d/1h6SGJlBZZ-zwQxkgW1Z4tzEk-eUcGQyUCIKsCQYXQB8/edit#gid=0