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El aumento de precios y tarifas en los bienes y servicios llevarán a un repunte de la inflación durante el primer trimestre de este año hasta 5.0%, luego de cerrar 2009 en 3.57%
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- El aumento de precios y tarifas en los bienes y servicios llevarán a un repunte de la inflación durante el primer trimestre de este año hasta 5.0%, luego de cerrar 2009 en 3.57%. De acuerdo con analistas consultados por Notimex, este aumento de la inflación vendrá principalmente por el incremento en los precios del gas y gasolina, lo que será un factor de riesgo todo el año en caso de que continúe la tendencia alcista en los precios internacionales de los commodities. Durante el cuarto trimestre de 2009, la inflación a tasa anual se ubicó en 3.57%, la segunda más baja que se ha tenido en la historia de México, a pesar de la situación económica vivida y una depreciación en el tipo de cambio a lo largo del año. El economista en Jefe para México de BBVA Bancomer, Adolfo Albo, consideró que hacia el primer trimestre del presente año, el impacto vendrá del aumento de los gravámenes, especialmente del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el cual pasó de 15 a 16%, lo que llevaría a la inflación al niveles de 5.0%. Para abril-junio el mayor efecto provendrá del incremento de los precios de los productos ligados con los energéticos, especialmente el gas y la gasolina. No obstante, comentó que esta trayectoria en los precios del consumidor ya está considera en el informe de Inflación del Banco de México, por lo que se puede considerar que estará dentro del rango previsto. De ahí, agregó, que no es un tema que preocupa toda vez que la economía mexicana, si bien está en recuperación, aún se ubica por debajo de su nivel de crecimiento potencial. Para el senior Economista del Grupo Financiero Santander, Rafael Camarena, el impacto el aumento en los precios de bienes y servicios sobre la inflación provocará que ésta ascienda a un nivel de entre 4.00 y 4.50 por ciento en enero-marzo. Explicó que haciendo un recuento de los daños, además de la influencia del alza en el IVA, gasolina, gas y seguramente electricidad, se sumarán los gravámenes locales como el predial y el agua, no sólo en la Ciudad de México, sino también en diversos Estados. Refirió que lo relevante también será ver si hay impactos indirectos como un posible incremento en los precios del transporte, ajuste en las mercancías, y en donde de hecho ya hay algunas advertencia como la de los restauranteros. "Lo relevante para el Banco Central y en general para el mercado es ver esos efectos indirectos que es donde la autoridad ha mencionado que puede actuar", manifestó. A decir del subdirector de subdirector de Análisis Económico de IXE Grupo Financiero, Luis Flores Sánchez, el efecto negativo para el primer trimestre del año hará que se pase de una inflación de 3.57% a una de entre 4.5% y 5.0%. Señaló que el efecto es importante sobre todo por el lapso de tiempo que es relativamente corto, es decir, que apenas en tres meses se estaría viendo un impacto severo sobre el indicador de inflación. Sin embargo, esto era algo que ya más o menos era previsible desde septiembre-octubre pasado cuando se empezó a manejar la posibilidad de aumento de impuestos y que en efecto se está materializando en estos momentos, agregó. Subrayó que hay dos cuestiones a resguardar de manera prioritaria; la primera de ellas es que no haya un efecto de contaminación de precios. "Esto es, que dado que estamos viendo una descomposición en el tema de inflación que esto no salga completamente de control y que no se extienda hacia 2011, lo que es vital, ya que es uno de los temas de estabilidad macroeconómica más importantes para México y que nos permitió sortear más o menos bien la crisis", explicó. De ahí que, el termómetro para monitorear está situación son las revisiones salariales, las cuales no debieran salirse mucho del rango del 5.0 y 5.50%, precisó. El segundo tema, dijo, es el de expectativas inflacionarias, en donde debe cuidarse también que no salga mucho de ese rango de 5.0 a 5.50%, así como que los pronósticos inflaciones del año 2011 hacia adelante estén por debajo de la meta oficial de 4.00%. "Mientras esos indicadores se mantengan en los rangos mencionados estaríamos pensando que no está saliéndose el problema de control y que no está extendiéndose hacia un futuro previsible", consideró. El especialista abundó que consecuencia de un tema inflacionario, por lo regular la receta que aplican los bancos centrales es aumentar tasas de interés, pero se prevé que no sea el caso del Banco de México en el corto plazo. Ello, explicó, porque las presiones de inflación en el país no vienen por el lado de un consumo recuperándose a velocidad importante o de ventas extraordinarias, sino que este choque viene por el lado de los impuestos. Así que mientras el consumidor mexicano siga un tanto deprimido, ese tema es de recuperación, bastante incipiente, muy dependiente de Estados Unidos y en ese sentido el Banxico tiene holgura para no aumentar tasas. Lo anterior, toda vez que si las subiera no haría un contrapeso contra los impuestos, por lo que este aumento podría dar hasta septiembre de 2010, añadió. Además de que la cuesta de enero está siendo más difícil en estas circunstancias dado que se observa que el empleo no se ha recuperado completamente, las expectativas de recuperación se centran mucho en el sector externo y se tiene un impacto inflacionario, "por lo que para el ciudadano de a pie este primer trimestre está siendo bastante complejo", finalizó. No obstante, los analistas consultados coincidieron en que para la segunda mitad del año la tendencia de la inflación irá hacia la baja, alcanzado el Banco de México su meta más probablemente en 2011.