A un año de la fecha prevista para su inauguración, el gasoducto marino Sur de Texas – Tuxpan finalmente inició sus operaciones comerciales, luego de que el gobierno, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otras empresas de infraestructura energética (IEnova, filial de Sempra Energy, y TC Energy de TransCanada), lograran un acuerdo tras una disputa sobre el contrato de construcción.

La conducción, de 772 kilómetros, tiene la capacidad de transportar 2 mil 600 millones de pies cúbicos de gas natural diariamente, y abastecerá de combustible a diversas plantas de generación en Tuxpan y la región central de México. Tania Ortiz, directora general de IEnova, dijo que con la operación de este gasoducto, se promoverá el desarrollo industrial en ambas regiones, además de que permitirá a la CFE producir energía eléctrica de forma más económica.

Por su parte, el presidente de TC Energy en el país, Robert Jones, declaró que este “importante proyecto de infraestructura energética provee un vínculo fundamental entre el abundante abasto de gas natural de bajo costo y los mercados crecientes en México para las décadas por venir”.

Se trató de un proyecto al que se inyectaron 2 mil 600 millones de dólares de inversión en infraestructura, e involucró la creación de más de 3 mil empleos durante su fase de construcción; “la mayor fuente individual de inversión extranjera hacia México en 2017”, manifestaron las firmas mediante un comunicado.