El megaproyecto que prevé vincular, a través del ferrocarril, un puerto en Argentina y otro en Chile, comenzaría obras a fines de año. Que además llevaría obras por 300 millones de dólares a Neuquén, en la Patagonia argentina, señaló la Cámara Argentina de Servicios, Desarrollo e Industrias Ferroviarias (CASDIF).
Esta cámara, junto a la Agencia de Inversiones de Neuquén, desarrolló un estudio sobre la ingeniería básica y factibilidad de la mega obra Trasandino del Sur, a través de un memorando de entendimiento, para vincular el puerto argentino Bahía Blanca con el chileno Talcahuano.
“Estamos terminando el estudio y entregándolo a la firma China Machinery Engineering Corporation (CMEC). Esta va a generar la adenda 6 que va a permitir el financiamiento de la obra que será licitada por la Administración de Industria Ferroviaria (ADIF)”, explicó José María Cisternas, presidente de la CASDIF.
Añadió que el proyecto está muy avanzado, y que la autorización del crédito va a tramitarse en este mes y después vendría la licitación. “Si se cumplen los plazos, la obra podría comenzar a concretarse a fines de año”, anticipó el empresario.
Sobre los números globales del plan, detalló que China dispone de un crédito extendido, la masa de crédito de disponibilidad para ejecutar la obra son 780 millones de dólares aproximadamente, que podrían ampliarse. “Aunque es lo que está firmado desde la época del gobierno de Néstor Kirchner”, dijo Cisternas.
Cabe mencionar que el impacto en Neuquén, ubicada en la Patagonia argentina, sería de 300 millones de dólares en obras. Aunque falta la discusión de las mejoras tecnológicas que evitarán los problemas históricos en cada uno de los lugares por donde pasa el tren.
El proyecto prevé potenciar un sistema logístico para ofrecer una alternativa y reducir los altos costos de fletes actuales. La vinculación del Atlántico y el Pacífico permitirá que los países de Asia pueden aportar insumos y recibir productos de Sudamérica. Y en un futuro, transportar a pasajeros.
Se estima que Argentina y Chile intercambiarían por este sistema unos 5 millones de toneladas de diversos productos, como cereales, que hoy se mueven por vía marítima, o insumos, arenas y equipamiento para el petróleo, fertilizantes, mejoradores de suelo, combustibles, gas licuado y equipamientos.
De acuerdo con un texto del argentino Diario La Nueva, “la idea es sencilla, casi incuestionable en sus beneficios, práctica, y hasta indiscutible. Sin embargo, lleva 130 años sin que se concrete y gran parte de lo realizado en 1899, como parte del proyecto, se ha perdido en el tiempo”.
/Con información de LM Neuquen/