La magnitud del ajuste del sector fue muy relevante, toda vez que resultó más del doble de la caída del PIB de la economía en su conjunto, que cayó -8.5 por ciento.
Durante los últimos cuatro años, el sector ha experimentado un ciclo adverso, debido a que en 2017 cayó -0.9%, en 2018 repuntó pobremente 0.6% y para 2019 y 2020 nuevamente presentó fuertes contracciones en su índice de producción.
Tan solo en diciembre pasado, en cifras originales (anualizadas) se contrajo -11.6% el índice de producción del sector, que representó el mes número 23 consecutivo de caída y el número 27 de los 29 más recientes con contracción.
Si bien en magnitud no es la más profunda en la historia ya se convirtió en el ciclo recesivo más extenso en tiempo. Donde lo más relevante es que la inversión en el sector no muestra indicios sólidos para revertir esta tendencia en el corto plazo.
De acuerdo con Banco Base, "este sector se ha visto seriamente afectado por la debilidad de la demanda interna, las restricciones del gasto público y una alta incertidumbre a nivel nacional".
Cabe señalar que en términos mensuales la industria de la construcción reportó en diciembre una contracción de -2.7%, mostrando una gran inestabilidad en su proceso de recuperación luego de dos meses consecutivos de recuperación en octubre y noviembre.