Profundas fuerzas demográficas y macro están provocando la necesidad de inversión en activos reales -transportes, redes de comunicación, viviendas y hospitales-, lo que crea una gran oportunidad el capital privado.
De hecho, inversionistas institucionales como fondos de pensiones y family offices, ya están demandando más inversiones reales; casi la mitad de los administradores de private equity y fondos de real estate esperan que los minoristas participen más en 2020, de lo que lo hacen hoy. La inversión provendrá del segmento mass affluent y high net worth en mercados en desarrollo, la expansión de fondos soberanos y el aumento del número de planes de aportación definida.
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