Aunque hablamos de un término inglés (wellness), éste tiene un largo camino en su trayectoria cuya andanza inicia en 2013 en Estados Unidos de la mano de Delos, una compañía de Norteamérica vanguardista en el desarrollo del concepto Wellness Real State y creadora del Well Built Estándar.
Pero es ahora cuando se empieza a nombrar en el mundo del mercado inmobiliario europeo, donde las construcciones tienden a concebirse desde la perspectiva de edificios saludables y sustentables para los propios habitantes.
Los proyectos desarrollados en Estados Unidos, Asia, Australia o en el norte de Europa siguen una serie de requisitos en base a 540 puntos clave que se han ido puliendo a lo largo de los años y que se ha traducido en certificación.
La lista incluye materiales que no emiten componentes dañinos; que suprimen bacterias y olores; que incluyen también el diseño de acabados dentro de la propia vivienda ante ruidos exteriores y que cuentan con sistemas de ventilación de filtros de alta eficacia, filtros de carbono activo para depurar agua y filtros contra radiaciones externas, entre una larga lista de requisitos para cumplir los estándares.
El concepto incluye tambien una estética de calma y salud, frente a un mundo moderno donde las prisas y los malos hábitos están propiciando la pérdida de la salud. Se trata de prevenir, en vez de curar.
Todo esto está contenido en el estudio “Hogares saludables, edificios sostenibles” que ofrece gráficos y que son de fácil entendimiento para todo aquel que se quiera adentrar en los puntos más relevantes esta arquitectura saludable.
La guía fue editada por DKV Seguros en colaboración con Ecodes (Observatorio de Salud y Medio Ambiente).
Los sectores construcción e inmobiliario ya se están dando cuenta que aparte de los beneficios ante el usuario, existen otras circunstancias que están empujando el mercado hacia esta tendencia, como el concepto inmobiliario Low Cost, que afirma que cada moneda invertida en la eficiencia energética de las viviendas puede evitar más de dos tantos en el gasto del usuario final, y si al mismo tiempo, se crean viviendas saludables que reducen el costo sanitario a futuro, se estará liberando dinero para otras inversiones.
Con información de Diario Responsable LRS Global España
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