“Estos edificios inteligentes son una realidad necesaria en el sector inmobiliario, y su estrategia debe focalizarse en una eficiencia energética y la sostenibilidad. Entendemos todo el proceso constructivo con una visión holística, desde su fase de diseño, por lo que defendemos la implantación del lean construction (término anglosajón que se traduce como "construcción sin pérdidas", que baja ineficiencias en mano de obra, materiales y residuos) así como una metodología de trabajo y la tecnología BIM (Building Information Modeling) destacó por su parte Teresa Marzo, de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima).
En el Congreso se destacó que la vivienda no será el único refugio del edificio inteligente, ya que 40% de los recursos mundiales se dedican a inmuebles donde se desarrolla actividad laboral, reflexionó por su parte Roberto Rojas, manager de IFMA España, asociación de gestión de inmuebles.
Para ello, considera necesario actuar sobre el sector terciario, ya que cuando se habla de edificio inteligente, se busca optimizar el inmueble en base al ajuste automático de parámetros operativos en instalaciones y equipos, para ahorrar energía, aumentar el confort e incrementar la seguridad, así como la tasa de disponibilidad y productividad relacional respecto a un edificio común.
Destacó que la nueva apuesta será para conocer los patrones de consumo del edificio y su desarrollo sostenible metro por metro, ya que el edificio inteligente es aquel que interactúa con el ocupante de forma tal que posibilite diseñar planes de mantenimiento preventivo.
Por su parte, para Sergio Rojas, de Custom Electronic Design & Installation Association dijo que es necesario vincular el mundo de la arquitectura con la tecnología y el ámbito social.