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Nombrada así en honor al Presidente Benito Juárez en 1906, la colonia Juárez es protagonista del desarrollo urbano en la capital del país, y ha experimentado periodos de deterioro y renacimiento en más de cien años de historia, además de contar con un patrimonio inmobiliario significativo.

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A lo largo de sus calles hay más de 250 inmuebles de interés artístico, entre los que destacan 30 edificaciones históricas, como el edificio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la casona del Museo de Cera, palacetes y el Templo del Sagrado Corazón del Niño de Jesús, entre otros.

Habitar en ella tiene ventajas, por su conectividad con el resto de la ciudad, gracias a las avenidas Insurgentes y Paseo de la Reforma, además de contar con múltiples rutas de transporte público, 10 estaciones de Metrobús, dos del metro, paradas de RTP y ecobici.

La otrora llamada “Pequeña Europa” desde el porfirismo, albergó mansiones de estilo francés, pero actualmente es difícil encontrar casas en venta o renta, y en cambio, la vivienda vertical se consolida como oferta importante, ya que rentar un departamento de 3 o 4 recámaras significa pagar una mensualidad que oscila entre 27 y 28,000 pesos.

El portal inmobiliario Lamudi destaca además que comprar un departamento de doble recámara en la Juárez, significa invertir más de 2 millones de pesos, mientras que un departamento de hasta 4 recámaras cuesta de 4 a 9 millones de pesos, dependiendo las amenidades.

La colonia es lugar de visita obligada para turistas y capitalinos con su barrio Coreano, la Zona Rosa, área que la comunidad gay ha convertido en un lugar lleno de diversidad, y es además el sitio ideal para rentar un local comercial, cuyo metro cuadrado en 2017 alcanzó un precio promedio de 470 pesos, según datos del portal, en tanto que el precio promedio de las oficinas en renta rebasó los 80,000 pesos.

En días recientes, la Delegación Cuauhtémoc restauró 15 calles adyacentes a la Zona Rosa, con una inversión de 264 millones de pesos.