La generación millennial y sus intereses inmobiliarios vivirán un año especial en 2020. Se espera que sea el primer año en el que superen el 50% de las búsquedas de vivienda totales en el país, de acuerdo con tendencias de sitios como Tu Cantón y de bancos como Scotiabank.
El dato es relevante, pues implica que las prioridades se verán transformadas, gracias a los comportamientos que los millennials -personas de 25 a 39 años de edad- han venido demostrando desde algunos años atrás.
“No hay duda de que esta generación ha tardado más en dominar el mercado inmobiliario que las generaciones pasadas. Entre los motivos que han retardado esta tendencia se encuentra un estancamiento en los sueldos, un encarecimiento de la vida y de la vivienda, y un fuerte interés de los jóvenes en cumplir otros objetivos antes de comprar casa, lo cual los lleva a endeudamientos poco organizados”, señala Javier Romero, CEO de Hausy.mx, una startup que ofrece servicio de asesoría integral enfocada en el comprador de vivienda en Ciudad de México.
Así como los millennials han transformado las industrias en las que llegan a convertirse en mercado objetivo, -el entretenimiento, el turismo o la comida, por mencionar algunos-, la compra inmobiliaria también despertará nuevas señales de transición.
En los diez meses de operación de Hausy.mx, los indicadores nos dicen que estos son algunos de los cambios más relevantes ocasionados por el dominio del mercado de esta nueva generación.
1. Simplificación del proceso. Los millennials no esperan tratar con 15 agentes inmobioliarios distintos durante el proceso, un asesor de temas legales y otras tres personas que les ayuden con los requerimientos de la compra (créditos hipotecarios, asesoría estructural, etc). Por el contrario, esperan que todo se resuelva de forma más ágil y sencilla, e incluso que muchos de estos temas se liberen a distancia.
Por ello, la tecnología juega un papel fundamental, y será muy probable identificar el surgimiento de nuevos jugadores que se ocupen de reducir la transacción y que oferten un ahorro de tiempo y dinero, haciendo uso de nuevas herramientas digitales. Actualmente, el promedio de tiempo que se lleva un proceso de compra va de los 6 a los 9 meses.
2. Ubicación. Las generaciones anteriores se vieron atrapados por un mercado inmobioliario que les ofreció “precio bajo” a cambio de malas ubicaciones. Será muy difícil convencer a los millennials de un trato tan injusto como aquellos.
Un estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad, en 2019, detectó que los mexicanos pierden hasta 18 días de cada año en traslados.
Es un hecho que la nueva generación tratará de adquirir de acuerdo con sus capacidades económicas, pero estará dispuesta a hacer sacrificios por conseguir espacios cercanos a su área de trabajo, escuela o donde sabe que puede desarrollar su vida social.
“Esto representa que tendremos una sobredemanda en zonas que de por sí tienen mucho atractivo para los jóvenes, pero también quiere decir que veremos nuevos espacios en procesos de gentrificación cercanos a esas áreas, como la colonia Álamos, la Doctores o Tacubaya”, dice Romero.
3. Todo en uno. Aquellas propiedades que oferten más que una casa o un departamento tendrán una ventaja frente al público millennial. Las amenidades juegan un papel fundamental para compensar algunos aspectos como la disminución de los espacios (viviendas cada vez más pequeñas).
Servicios como gimnasios, áreas sociales, ludotecas, más de un cajón de estacionamiento o incluso oficinas tipo coworking despiertan el interés de esta generación.