Derivado de la emergencia sanitaria, por primera vez en muchos años la demanda neta de espacios corporativos en la Ciudad de México fue negativa durante el segundo trimestre de 2020 (2T20), lo que significa que fueron más los espacios que se desocuparon que los solicitados.
De acuerdo con el reporte trimestral del 2T20 elaborado por la plataforma Solili, “la capital reportó una contracción anual del 62% y trimestral del 65% en la demanda bruta de espacios corporativos, mientras que la absorción neta este trimestre registró valores negativos resultado de mayor cantidad de área que se desocupó en comparación a la ocupada. Por primera vez, en al menos los últimos cuatro años, la demanda neta resulta en cifras negativas, un comportamiento que evidencia la crisis por la que atraviesa el segmento inmobiliario de oficinas a raíz de la pandemia”.
Los especialistas de Solili indicaron que la fuerte contracción en la demanda que registró la CDMX en el trimestre recién concluido, se explica por las medidas aplicadas por las autoridades para contener la propagación del virus, entre las cuales destaca la aplicación del home office. Esto último permitió que muchas empresas identificaron que no se perdía eficiencia de los empleados y se podían reducir costos; otro factor que impactó fue el incremento de desempleo y la reestructuración financiera por la que están pasando muchas empresas, ante la caída de sus ventas. “Estimamos que este comportamiento continúe por lo que resta de este año y que haya un incremento en los volúmenes de subarrendamiento”.
Cuando menos en los últimos seis trimestres, se observa una tendencia ascendente en la tasa de disponibilidad en forma ininterrumpida, aunque en los edificios clase A se observa un mayor nivel de vacancia con una tasa de 16.2%, mientras en los edificios clase B es 14.2 por ciento.
Otro dato interesante es que se planificaba la entrega durante el 2T20 de 98 mil 500 m², pero solamente se entregó el 9% y que seguramente tiene que ver con el paro de obras que determinó el gobierno por no considerara a la construcción como una actividad esencial, lo que determinó que no se iniciara la construcción de ningún proyecto nuevo en el trimestre finalizado.
El precio promedio de renta en la capital registró un ajuste a la baja del 6% respecto al mismo trimestre del año anterior, para ubicarse en un promedio de 20.79 dólares el m2 por mes, observando una tendencia de adaptación a las nuevas demandas del mercado y ante la presión que las tasas de vacancia está generando. Los precios de renta para edifico clase A promediaron 22.17 dólares y de 17.78 dólares el m2 por mes para los edificios clase B.