Ante la crisis por el COVID-19, las posibilidades de compra de vivienda presentan variables por salario e ingresos. 

Debido a la competencia económica que están impulsando las instituciones financieras y bancarias para mejorar las condiciones de sus créditos hipotecarios, en varios casos, por el recorte salarial, muchos mexicanos experimentaron que ha mermado su poder adquisitivo, lo que complica la compra de vivienda.

El salario mínimo en gran parte del país es de 123.22 pesos diarios, lo quiere decir que una persona que percibe hasta dos salarios mínimos  al mes cuenta con un ingreso conjunto de 7 mil 639 pesos.

Lo anterior implica que para los desarrolladores y constructoras, la afectación se refleje entre un 30 y 70% en baja de ventas en el mercado para el segundo trimestre del año (2T20), por lo que el sector inmobiliario sigue a la expectativa de las consecuencias económicas que seguirá con la pandemia ocasionada por el Covid-19.

Monto deseable

De acuerdo con diversos expertos, una persona debería destinar, idealmente, máximo el 30% de sus ingresos ya sea para pagar una renta o una hipoteca.

En la siguiente tabla se ejemplifica de cuánto debería ser el ingreso mensual para que una persona pueda comprar una casa o un departamento de acuerdo al segmento de su interés, tomando como referencia el reporte de mercado aproximado con simulador bancario, a tasa de interés ordinaria fija y anual 9.90%, para una hipoteca a 20 años y un préstamo inicial del 70 por ciento.

“Al ser un termómetro de la oferta inmobiliaria, se ha detectado que en los últimos 6 meses, se ha presentado un aumento del 11% en el precio promedio de las casas en venta anunciadas en línea”, comenta Daniel Narváez, director de Marketing del portal inmobiliario Lamudi.