Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- Aún con el retraso de obras públicas y una menor construcción de vivienda en el país durante el 2008, la industria de la construcción mantiene su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) en alrededor de siete por ciento. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al tercer trimestre del año documentan que el sector de la construcción alcanzó un valor de 833 mil 050 millones de pesos a precios corrientes, lo cual significa que aportó 6.9 por ciento al PIB total. Por el alto impacto que tiene sobre el crecimiento económico, el gobierno federal ha destacado la inversión en infraestructura además de considerar el sector como pilar de una estrategia contracíclica. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó haber suministrado hacia finales del segundo trimestre del año un total de 136 mil millones de pesos, de los cuales se tenían comprometidos o contratados el 87.5 por ciento. En agosto pasado la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) ajustó a la baja su estimación de crecimiento del sector para el cierre del 2008 al pasar de 4.5 por ciento a 2.7 por ciento, debido al ligero aumento en el valor de la producción de las empresas constructoras en los primeros meses del año. El organismo empresarial confió en que al cierre de 2008 se habrán suministrado 353 mil millones de pesos; de esos 323 mil millones estarán comprometidos, de los cuales 214 mil corresponderán a obras construidas. "A principios del año, la CMIC estimó un crecimiento del 4.5 por ciento para el sector de acuerdo con las condiciones que mostraba la industria en ese momento. Basándonos en los 214 mil millones de pesos que equivaldrán a las obras terminadas a finales de este año, hemos reducido nuestra estimación a un 2.7 por ciento", apuntó. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas de Constructoras, afiliadas a la CMIC y otras compañías no agremiadas, en enero y septiembre de 2008, el valor de la producción registró un ligero incremento de 0.1 por ciento en términos reales a tasa anual. En ese periodo, el valor de la obra construida por el sector privado significó el 59.7 por ciento del total construido, proporción que fue mayor en dos puntos porcentuales a la del mismo periodo del año pasado. Tan sólo en septiembre pasado, el valor de la producción generado durante el mes registró una disminución de 3.3 por ciento en términos reales, derivado de las menores obras en edificación, petróleo y petroquímica, "otras construcciones" y de las relacionadas con agua, riego y saneamiento, indicó la encuesta del INEGI. El valor de la obra construida por las empresas constructoras se concentró principalmente viviendas, escuelas, edificios para la industria, comercio, y servicios, hospitales y clínicas, y edificaciones para recreación y esparcimiento, así como en transporte. Lo anterior, se ha reflejado en el empleo que genera esta industria y que durante los primeros nueve meses del año se redujo 0.9 por ciento y las remuneraciones medias reales mostraron un avance de sólo 0.1 por ciento en ese lapso. En septiembre pasado, la industria de la construcción empleó a 419 mil 648 personas (328 mil 133 obreros y 91 mil 515 empleados), lo que implicó una baja de 4.4 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, y de 0.7 por ciento respecto al mes previo. En opinión del economista en Jefe de BBVA Bancomer, Adolfo Albo, la desaceleración de la industria inmobiliaria se profundizará durante la primera mitad el próximo año, aunque esto no significará un freno para la actividad ya que este proceso es cíclico. En tanto, a pesar del retraso en las obras de infraestructura, este sector será un elemento de fortaleza para enfrentar la crisis financiera y económica internacional, y anticipó un mejor desempeño durante 2009. Destacó que los proyectos ya están identificados pero aún no se terminan de materializar y esto podría suceder el próximo año, pues ya que los gobiernos tanto el federal como estatales cuentan con los recursos para ello, pero mucho dependerá del financiamiento privado, que es lo que ha venido limitando la actividad.