Las reformas que presentó la Unión Europea (UE) para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% al 2030 incluyen al real estate, pues consideran la renovación de edificios en Europa para lograr la eficiencia energética.
Con la rehabilitación de los activos, el continente ahorraría energía y reduciría la pobreza energética, un problema que afecta a 34 millones de personas en los distintos estados miembros de la UE, según los datos del propio ente.
Así, los estados miembros deben renovar al menos el 3% de los edificios públicos anualmente en diez año, que el 49% de los edificios se nutran de energías renovables y aumenten su uso en un 1.1% cada año hasta 2030.
Así, la Comisión Europea propuso aplicar tasas a la emisión de dióxido de carbono en la construcción de edificios a partir de 2026. Para lograrlo, asignó objetivos referentes a la reforma de edificios, transporte carretero y marítimo, agricultura, residuos y las pequeñas industrias.
La regulación contará con un monto de 72.200 millones de euros (mde), bajo el nombre ‘Social Climate Fund’, que buscará mitigar los costos de los sectores más expuestos a la subida de carburantes durante la llamada ‘transición ecológica’.
El fondo se desplegará entre 2025 y 2032 y se enmarcará en el presupuesto del nuevo ‘Emissions Trading Systems’ impulsado por la comisión. Los 72.200 mde se combinarán con una contribución de los estados miembros en un 50 por ciento.
La comisión apuntó que, junto a la construcción de infraestructuras, la edificación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar pero que “está lleno de potencial en innovación y creación de empleo, de acuerdo con una publicación de EjePrime.
Por lo que consideró que aplicar tasas de comercialización a los combustibles en el sector de la construcción ayudará a impulsar los combustibles limpios al mercado, acortar los periodos de recuperación de las inversiones en la renovación de activos y acelerar el cambio de combustible para la calefacción y la refrigeración”.