Para especialistas, después de un año y medio de pandemia, la forma en la que se trabaja en las oficinas dejó de ser la misma y el sector inmobiliario sufrió una metamorfosis como consecuencia, sin embargo, las crisis implican casi siempre una oportunidad.
El caso del Real Estate los espacios de trabajo migran hacia un modelo flexible, en el que las empresas y organizaciones comparten el valor de un inmueble con todas las amenidades e infraestructura que son requeridas para el día a día, lo que mejora la productividad y los costos en general.
Además, una red de espacios de trabajo flexibles suficientemente amplia ofrece a los trabajadores menos y cortos desplazamientos, lo cual implica menor contaminación y la posibilidad de que las personas concilien de mejor manera el trabajo con su vida personal, un aspecto cada vez más valorado en México.
Un modelo de trabajo híbrido y descentralizado impulsa la demanda de lugares de trabajo flexibles a un ritmo exponencial. Actualmente el mercado está valuado en 25 mil millones de dólares en ingresos anuales de acuerdo con datos de IWG Group, compartidos en un comunicado.
Y según una investigación realizada por JLL, para el 2030 uno de cada tres inmuebles corporativos estará compuesto por espacios de trabajo flexibles, lo cual implica una derrama económica de 10 billones de dólares para las 16 economías que lideran este modelo, entre las cuales se encuentra México.
Al día de hoy, el modelo de franquicias es una de las principales formas de inversión en México: Al cierre de 2020 representó el 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB), unos 85 mil millones de pesos anuales con la generación de más de 900 mil empleos, según datos de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF).
A diferencia de otros rubros en el que la mitad de las empresas fracasan antes de su primer año, el 90% de las unidades franquiciadas supera la barrera de los cinco años de vida, un dato que explicaría el éxito de este modelo en México, que ocupa el quinto lugar por número de franquicias, detrás de Estados Unidos, China, Brasil y Australia.
Mientras que el confinamiento y las restricciones sanitarias provocaron el cierre de alrededor de 2,000 negocios en México, el sector franquicias cerraría este año con un crecimiento en ventas de entre 1.5% y 2.0% respecto año pasado.
IWG Group mencionó que invertir en el modelo de franquicias del sector inmobiliario implica analizar que tengan experiencia comprobada, que sea capaz de compartir su know-how del negocio y que tenga una sólida plataforma comercial.
“Además de una cartera de clientes suficientemente diversa, y que tenga un enfoque global para liderar el cambio estructural al modelo laboral híbrido”, refirió la empresa de gestión de espacios de trabajo flexible en un comunicado.