Uno de los retos de la nueva urbanización mundial, es que a nivel poblacional, más de 200 mil personas se cambian de lugar de residencia cada día, por lo que es urgente incentivar una nueva política de verticalización.

Lo anterior coloca en el centro del debate la reutilización de millones de metros cuadrados en los edificios, que de ninguna manera deben considerarse como abandonados o en etapa de agonía, sino que deben replantearse seriamente para una etapa de modernización.

“Se deben renovar este tipo de edificios en lugar de derribarlos y construir nuevos; los beneficios para los dueños será que se podría aumentar el atractivo de sus inversiones, por lo que la modernización es un buen y sustentable negocio”, destacó Alicia Bandala, Directora General de KONE México.

Durante la conferencia “Edificio inteligente a través de la modernización” que dictó de manera digital para la Asociación Mexicana del Edificio Inteligente y Sustentable AC, (IMEI), destacó aunque las ciudades solo ocupan el 2% del espacio urbano en el mundo, contribuyen con el 75% del consumo de energía y el 80% de la emisión de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).

“En este sentido, los elevadores pueden llegar a consumir entre 2 y 10% de esta energía, por lo que los edificios del futuro serán los que ayuden a disminuir esta huella ecológica. Por ejemplo, ya hay elevadores que se usan sin tocar, usando solo el celular, con tecnología que te da esa accesibilidad digital y que es acorde con lo que ahora está siendo muy demandado: no tocar”, señaló.

Adaptación para vivir

La Directora General de KONE México, Alicia Bandala, dijo que la pandemia ha traído una nueva normalidad, que implica que los espacios deben ser adaptados a las nuevas formas en que los humanos quieren colaborar, producir y vivir.

“Hoy en día se requieren espacios residenciales que ofrezcan opciones cómodas y seguras para que los usuarios desempeñen sus funciones laborales de manera remota gracias a esta tendencia que llegó para quedarse, como el trabajo híbrido”.

Para ello, dijo, la flexibilidad contribuirá a la deseada sana distancia para que las personas se sientan cómodas, tranquilas, seguras y felices por esta cuestión del Wellness, ya que tanto en espacios residenciales como en oficinas, se debe garantizar la productividad.

Este tipo de nuevas edificaciones dependerán de la tecnología y serán más inteligentes en el sentido de proporcionar más calidad de aire, iluminación, ventilación, ergonomía y wellness.

Mayor rentabilidad

Por su parte, Carlos Peralta, Ingeniero en Robótica Industrial, asesor en KONE, señaló que los elevadores como cualquier otra máquina, deben modernizarse en algún momento de su vida útil, debido a que se trata de una inversión que se traduce en mayor seguridad, habilidad, sensibilidad, menores costos de operación en energía y para brindar mayor valor a una edificación.

“Los propietarios de los edificios que se modernizan incrementan los ingresos por alquiler a través de una mayor satisfacción y seguridad de los inquilinos, reduciendo costos de operación y brindar más ventajas competitivas de mercado al contar con soluciones innovadoras”.

4 elementos clave

Cabe señalar que en cuanto al valor de propiedad, un edificio inteligente implica mejorar significativamente el desempeño de un elevador actualizando ciertos sistemas de manera completa.

Esta modernización aplica a la maquinaria, electrificación y señalizaciones. Entre las recomendaciones para la modernización parcial de un elevador y mejorar su plusvalía se recomienda revisar los siguientes puntos:

1.- Cuando consume mucha electricidad

2.- El elevador no se alinea adecuadamente a llegar a los pisos.

3.- Tiene un interior impráctico o anticuado.

4.- El edificio cuenta con más de 10 años.

Ante todos estos elementos se deben verificar elementos de electrificación, máquina de elevación, funcionamiento de las puertas, señalizaciones y finalmente, estado en el que se encuentra la cabina.

El Dato:

Al realizar una modernización con los equipos de KONE, se incrementa el valor de un inmueble; se tienen menores costos en el consumo de energía, se disminuyen los consumos inesperados, se cumplen con las normativas de seguridad con lo que se puede lograr hasta un 70% de mejora energética comprobable.