Tres mercados inmobiliarios de Latinoamérica muestran diferencias muy marcadas, no solo porque Argentina, Colombia y Chile tienen sus particularidades propias, sino porque la industria se está recuperando del covid y sigue muy atractiva para la inversión.
Para analistas, es un buen momento para invertir en Argentina, pese a la inestabilidad financiera y a una creciente inflación. Señalan que actualmente el costo de construcción es barato, en dólares, sobre todo para quienes remodelan, amplían o construyen sus casas.
Otra razón es que en los últimos meses el precio bajo de las propiedades ‘tocó piso’, por lo que los especialistas consideran que es un buen momento para comprar y aconsejaron a los vendedores reponer pronto en caso de haber vendido, de acuerdo con una información de LA NACIÓN.
También ayudan la falta de venta de vivienda y el exceso de oferta, y que la propiedad argentina aún es barata en comparación con otra del primer mundo, por lo que las inmobiliarias y desarrolladores ven en el comprador extranjero a un inversionista atento a la oportunidad que generan los precios bajos de venta.
Otro caso interesante es el que vive Santiago, pues de acuerdo con un reporte de Tinsa Chile, un fuerte ingreso de departamentos de uno y dos dormitorios reconfigura el sector Oriente de la capital del país, “empujado por inversionistas y segmento joven” durante los primeros meses de 2022.
En medio de la caída de 39% en el volumen de ventas de la Región Metropolitana, debido al alza sostenida de las tasas de interés y la inflación, el mercado de vivienda nueva experimenta una tendencia contra cíclica, pues el comprador depende menos de las fricciones del mercado crediticio, en primer lugar.
La demanda de vivienda en Colombia muestra cada vez más debilitamiento.
Y, en segundo, se observa el ingreso de inversionistas atraídos por los alquileres prime, así, la venta en estas comunas incrementó un 29% durante el primer trimestre de 2022. El reporte destaca el fuerte ingreso de departamentos tipo Studio, de 1 y 2 dormitorios, especialmente en los sectores cercanos al metro.
La oferta se ha reconfigurado con el fin retener a profesionales jóvenes que antes migraban a otras comunas y que hoy, frente a una oferta de menor superficie y de menor valor, encuentran el espacio mejor para ellos. La proyección de ventas para el sector Oriente es de incremento durante este año.
Finalmente, mencionamos que la demanda de vivienda en Colombia se ha venido debilitando desde finales del año pasado, debido al incremento de los costos. Esta situación lleva a que los hogares de ingresos bajos muestren un rezago ante la adquisición y que los subsidios sean poco favorables.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) y la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) coinciden en que estas dificultades están estrechamente relacionada con el alza en los precios de los materiales de edificación que afectan el costo de venta y la oferta de las edificaciones.
En un reporte, la ANIF señaló que aunque los consumidores compraron las viviendas con el apoyo de los subsidios, todavía no cuentan con la garantía de recibir los inmuebles en el plazo establecido o, en los casos más complejos, de recibir la vivienda al mismo valor de que la adquirieron.
A esto también se suman los incrementos que se han dado en las tasas de interés de los créditos, en respuesta a las decisiones de política monetaria que ha adelantado el Banco de la República (BRC) desde septiembre del año pasado, de acuerdo con una publicación de LA REPÚBLICA.