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Hoy en día, el modelo híbrido sigue siendo una alternativa para las empresas, por lo que los espacios de oficinas deben evolucionar y reinventarse.

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Después de que el Home Office (HO) llevó al extremo los espacios de trabajo, la competencia del espacio corporativo se volvió la propia oficina, por lo que se deben reforzar las características que tiene el espacio laboral y que no posee la casa, para poder atraer talento.

 

En un estudio sobre la evolución de las oficinas que elaboró Ignacio Vargas, especialista en workplace de Newmark, destacó que el mundo corporativo ha evolucionado de forma acelerada y se ha reinventado una y otra vez, debido a dos principales causas:

 

Las revoluciones industriales.

Las crisis económicas.

Un claro ejemplo de los primeros espacios de oficinas diseñados en los inicios del siglo pasado son el Edificio Larkin de Nueva York y el Edificio Johnson Wax en Wisconsin, ambos diseñados por Frank Lloyd Wright, donde claramente se observa una oficina estática que promueve jerarquías y es totalmente controlable. Un espacio que responde al contexto social de finales de la segunda revolución industrial donde se laboraba al calor de las bombillas eléctricas.

Pero también el mobiliario respondió a su época y se adaptó, como lo demuestra el Action Office diseñado por George Nelson, que aparece en los años 60, al inicio de la tercera revolución industrial, como una nueva forma de ocupar el espacio de trabajo.

En la postguerra, inició la revolución industrial 3.0 que se caracterizó por el desarrollo acelerado de la tecnología y la explosión de las redes digitales. Fue en esa época cuando el edificio “Centraal Beheer” en Alemania rompió con la jerarquización de los espacios de oficinas, promoviendo la autodeterminación de los espacios.

 

Con la tecnología, llegaron la movilidad y el dinamismo, que influyeron en el diseño de oficinas para volverse más dinámico y por ende, se lograron espacios de trabajo más sociales, priorizando la recreación y el contacto colectivo.

 

Sin embargo, en el 2020, estos ambientes de trabajo se vieron afectados por un lock down interminable, que encerró a las personas en sus casas durante casi dos años y los obligó a convertir sus hogares en espacios de oficinas improvisados.

 

La era en la que estamos entrando se caracteriza por una fusión entre tecnologías y su interacción a través del dominio físico, digital y biológico, según Klaus Schwab, fundador del foro económico mundial. La cuarta revolución industrial comienza cuando lo digital se cruza con la nanotecnología, la genética dialoga con la computación cuántica y el Big Data, y la inteligencia artificial se mezcla con la internet of things o las fuentes renovables de energía.

 

Dicha fusión de tecnologías tarde o temprano se verá inmersa en los nuevos espacios de oficinas corporativas.

Espacios asignados y caballerizas son cosa del pasado

A nivel global, la mayoría de las empresas están adoptando un modelo híbrido; donde las actividades que son rutinarias, metódicas, estáticas del día a día, pueden hacerse en casa y aquellas que conllevan creatividad e interacción entre personas pueden realizarse en un espacio de oficina.

 

 

“El panorama actual nos ha llevado a cuestionar el espacio de oficinas y nos hemos hecho un sinfín de preguntas después de este periodo de trabajo desde casa. ¿Cómo será el diseño de oficinas que se necesita en el futuro? Sin duda es complicado poder predecirlo; pero nos podemos acercar a través de preguntas más acotadas como, por ejemplo: ¿Qué nos va a quedar del mundo analógico? ¿Cuál es realmente el objetivo de los espacios de oficinas? ¿Cómo debemos configurar los espacios para sacar el máximo potencial de los empleados en un contexto más saludable?”, cuestionó Ignacio Vargas.

 

De las diversas soluciones que ha estudiado Newmark en esta etapa post-pandemia, subrayó que van hacia un mismo destino: La inclusión de todas las áreas en un solo espacio, romper con las jerarquías que se han tenido desde hace mucho tiempo y lograr espacios que promuevan la interacción entre los ocupantes de las oficinas y al mismo tiempo de los edificios; interacciones que puedan ser el detonante de nuevas relaciones e ideas de negocio.

 

El esquema plantea las oficinas del futuro en las que no existe asignación de espacio alguno, no hay un escritorio dedicado a una u otra persona, son espacios abiertos, libres, que pueden ser ocupados por cualquier persona, en cualquier momento. Hay espacios públicos y otros más privados, pero las áreas asignadas y de caballerizas, son cosas del pasado.

 

 

“Hoy hay soluciones que permiten ir a diversos lugares que podemos ocupar por hora, cercanos al centro de trabajo, también existen estaciones de trabajo que priorizan posturas diferentes o con movimiento constante, hacer pausas, inclusive ejercicio y no estar sentado durante ocho horas en una misma mesa, evitando así un estilo de vida sedentario que pueda repercutir de forma negativa en nuestra salud”, afirmó el especialista en workplace.