El gobierno de China aumentaría el límite de préstamos para los desarrolladores inmobiliarios y así extender el plazo para que las empresas cumplan con los límites de deuda en seis meses a partir de la fecha prevista originalmente de junio de 2023.
Esto se produce antes de las nuevas reglas del país para las empresas chinas que se endeudan en el extranjero, que entrarán en vigencia el 10 de febrero.
De acuerdo con una publicación de Bloomberg, la flexibilización marcaría el cambio más dramático en la política inmobiliaria de China, un sector que representa aproximadamente una cuarta parte de la economía de la nación.
Diversos analistas consideran que este es un intento por restaurar la confianza del mercado en el sector inmobiliario y crear un ciclo de retroalimentación positiva entre los compradores de viviendas y los desarrolladores.
La política de las ‘Tres líneas rojas’, que surgió en el 2020, buscaba reducir el apalancamiento de los desarrolladores inmobiliarios, reducir el riesgo en el sector financiero y hacer más asequible la vivienda.
La medida, que impuso objetivos estrictos de deuda y flujo de efectivo a las empresas inmobiliarias, cortó la liquidez de los desarrolladores más apalancados, contribuyendo al incumplimiento y detención de la construcción, que provocó la caída de las ventas.
El dato:
La relajación de la política inmobiliaria no es la única, pues el gobierno ha suavizado su postura para las importaciones de astillas, el carbón o los negocios de plataformas de internet, indicando una determinación de reenfocarse en el crecimiento económico.