La industria inmobiliaria mexicana ha experimentado una notable transformación en las últimas décadas, reflejando los cambios económicos del país y las nuevas demandas sociales. Lo que solía ser un sector caracterizado por su enfoque tradicional y localizado, ha evolucionado significativamente al adoptar tecnología, sostenibilidad e innovación.
Esta modernización no solo crea oportunidades laborales en áreas como la construcción, la arquitectura y la gestión inmobiliaria, también se ve impulsada por una mayor participación de mujeres en roles de liderazgo, marcando un cambio hacia la equidad de género en un sector históricamente dominado por hombres.
Por ejemplo, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector de la vivienda en México mantuvo un nivel de empleo fluctuante entre 2008 y 2019, con un rango de 2.2 a 2.5 millones de puestos de trabajo. Esta evolución demuestra el dinamismo del sector y su capacidad para adaptarse a los cambios del entorno.
La modernización de la industria inmobiliaria mexicana crea oportunidades laborales en áreas como la construcción.
Alejandra Huerta, directora Comercial en el grupo inmobiliario Levy Holding, comentó que el trabajo y la profesionalización de las mujeres en la industria inmobiliaria en México ha permitido ocupar más espacios y puestos de liderazgo: sus habilidades y competencias la han enriquecido con perspectivas innovadoras. Sin embargo, persiste la necesidad de abordar desafíos fundamentales para lograr una mayor representación.
No obstante que la proporción actual de mujeres en roles clave dentro de la industria inmobiliaria mexicana varía según la región y el sector específico, datos del INEGI revelan que el 41.7% de los puestos son ocupados por mujeres, lo que destaca la urgencia de implementar medidas para promover la igualdad de oportunidades.
Con el objetivo de cambiar el panorama y brindar oportunidades tangibles de progreso, además de abordar los desafíos particulares que enfrentan las mujeres en la industria, como la discriminación de género, la escasez de redes de apoyo, la disparidad salarial y las limitadas opciones de crecimiento, la directora insta a impulsar programas de mentoría y capacitación profesional diseñados específicamente para ella en la industria inmobiliaria mexicana.
Además, la presencia de redes femeninas en el campo inmobiliario es esencial para fortalecer el empoderamiento y desarrollo profesional de las mujeres, al facilitar el networking y promover la visibilidad y reconocimiento de la diversidad de género como un componente fundamental para el éxito empresarial.
Para Huerta, el “empoderamiento femenino no solo es esencial desde una perspectiva ética, también para el crecimiento y éxito sostenible de la industria inmobiliaria en diferentes ámbitos, por ejemplo, entre 2007 y 2019, el 40% de los créditos hipotecarios fueron otorgados a mujeres, reflejando un indicador positivo de cambio hacia un equilibrio de género en el ámbito financiero, así como una mayor autonomía económica y acceso a oportunidades”.
El aumento en la demanda de mujeres en roles especializados está generando un cambio positivo en el sector inmobiliario. Su presencia en funciones importantes como el desarrollo de proyectos, la gestión de propiedades y áreas especializadas como la sostenibilidad está impulsando una tendencia hacia una mayor diversidad y enfoques éticos en la industria inmobiliaria.
“La representación femenina en liderazgo, la diversificación de especializaciones y el impulso a la innovación continuarán transformando el sector en los próximos años, y contribuirán a un entorno más inclusivo y adaptado a las demandas cambiantes del mercado”, finalizó la directora comercial del grupo inmobiliario.
