Especialistas consultados por Real Estate Market señalan que un proyecto de tal envergadura implica alrededor de seis años de trabajo. De acuerdo con un periódico de circulación nacional, el objetivo es que hacia el 2018, al final de la actual administración, operen por lo menos dos de las cinco o seis pistas.

La inversión se llevará a cabo en dos partes, para la primera se prevén 50,000 millones de pesos, que incluyen los costos de las vialidades y de la infraestructura secundaria necesaria para poder ponerlo en marcha. Mientras que en una segunda etapa, se invertirían otros 20,000 millones de pesos que serían destinados a las nuevas pistas, podrían ser cuatro más, y la terminación de la obra.

El nuevo aeropuerto está pensado para una viabilidad de hasta 40 años, con una alta demanda, y que lo mismo pueda mover pasajeros, como destino o en conexión, o carga, para la ciudad de México o para la región central del país.

 {socialbuttons}