Una vez que se materialice el proyecto del Tren Maya, el flujo de viajeros en la Riviera Maya y Cancún –que son hoy en día el mayor destino de sol y playa mexicano– puede cambiar, ya que éste busca repartir al menos a tres millones de viajeros por año en cinco estados del sureste mexicano como son: Yucatán, Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Tabasco.
Es el sector hotelero que opera bajo el concepto All Inclusive quienes están bajo aviso de que, parte de sus clientes, podrían ir a otros rumbos en busca de recreación. Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, dijo: “Todos los años llegan millones de turistas a nuestro vecino estado de Quintana Roo, y ahora en un viaje en tren cómodo, con una gran promoción que seguramente tendrá por parte del gobierno federal, vamos a atraer (a Yucatán) a muchos de esos turistas, que hoy sólo van a hoteles Todo Incluido y están quedándose en Quintana Roo. Ahora este flujo podrá ir a Yucatán”.
En tanto, el presidente de la Conferencia Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, coincidió en que el proyecto ferroviario cambiará el flujo de viajeros que se mueven por la península de Yucatán. Cabe señalar que la oferta hotelera va en aumento en el sureste del país, donde Xcaret invirtió 350 millones de dólares en un hotel en la Riviera Maya y, este año, Grupo Posadas ejecutará una inversión de 100 millones de dólares.