Por Real Estate Market La nueva Ley Antilavado exige a los profesionales inmobiliarios no vender una propiedad en efectivo o bien, no recibir más de 500,000 pesos en efectivo, lo cual contribuirá a dar certidumbre a las operaciones del sector. El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Sergio Gómez Rábago, dijo que la legislación exige a los inmobiliarios no vender una propiedad en efectivo o bien, no recibir más de 500,000 pesos en efectivo. Por cada transacción que exceda este monto, se tendrá que realizar un reporte a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al igual que cuando sea un arrendamiento superior a 70,000 pesos. La nueva legislación establece que las personas que incumplan con esto serán castigadas con 10 años de cárcel. En conferencia de prensa, el representante del gremio señaló que esta ley "va a dar más certeza, nos va a dar pautas para buscar la forma de entregar los reportes más sistematizados, va a ayudar a los inmobiliarios a trabajar de una forma mejor administrada sus operaciones inmobiliarias, y al final de cuentas nos va a formar de una manera más empresarial y es parte del proceso que traemos". "Los inmobiliarios que estaban acostumbrados a no declarar o los particulares que escrituran a valores diferentes que los reales, van a tener que apegarse a hacer las cosas como realmente son", comentó. Agregó que la compra de inmuebles en efectivo es una práctica que ya no es común en el sector, porque la mayoría se realiza con créditos hipotecarios o en pagos de contado a través de instrumentos financieros. Por ejemplo, señaló que en los segmentos de interés social, medio bajo y medio, el crédito hipotecario representa 95% de las operaciones; en tanto que en el segmento residencial, el financiamiento hipotecario es un 25 por ciento; y en las propiedades de alto valor, la mayoría son de contado. Finalmente, anticipó que durante el próximo año, la AMPI presentará un proyecto de Ley Inmobiliaria Federal, a fin de avanzar en la profesionalización del gremio, por medio de hacer obligatoria una certificación para operar como inmobiliario.