El origen del proyecto llamado "infraestructura agrícola", creado por el Despacho Takk, es resultado de la reflexión en torno al actual modelo agroalimentario, el cual es basado en la producción masiva que ha traído como consecuencia un modelo de ciudad parasitario con un fuerte impacto ecológico. Este proyecto propone soluciones más sustentables dentro del marco de la vivienda colectiva. La infraestructura es planteada de la siguiente manera: Doméstico-privado (unidades habitacionales), doméstico-público (espacios comunes) y lugares para la investigación y el trabajo. Los espacios se organizan de manera vertical para una menor incidencia en el terreno. Una serie de pequeños invernaderos colonizan parte de las fachadas, para crear nuevas relaciones sociales entre los habitantes, al mismo tiempo que se genera una relación más coherente entre producción y consumo. La vegetación exterior se distribuye sobre el terreno en hileras, cuya disposición atiende al asoleamiento, clima y orientación. Asimismo son estudiados los sistemas óptimos de trazado de riego, que configurarán la estructura y compartimentaciones óptimas del proyecto.