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La NAMA de vivienda en México es de las más avanzadas e importantes del mundo por estar dentro del concepto Whole House Approach, ya que se enfoca en hacer más eficiente el consumo energético de toda la vivienda en su conjunto, con la ayuda de ecotecnologías y diseño bioclimático.

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En México, 17% de las viviendas que han sido subsidiadas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a través del Programa Acceso al Financiamiento para Soluciones Habitacionales de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), son NAMA.

En el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) que se realiza en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de noviembre, la titular de Conavi, Paloma Silva de Anzorena, dijo que la inversión del Gobierno Federal en el rubro equivalente a 28,758 millones de pesos de subsidio para la modalidad de vivienda nueva, entre enero de 2013 y octubre de 2016, lo que ha permitido la construcción de 486,297 viviendas que incorporan medidas de eficiencia en el consumo energético y de agua.

Más de cien empresas desarrolladoras de vivienda están trabajando en México por la vivienda NAMA, debido a que cuentan con incentivos como la priorización del subsidio del Gobierno de la República para las familias que adquieren una vivienda con este estándar.

México es el primer país que ha construido este tipo de soluciones habitacionales para el segmento de interés social, y hoy suman 60,000 viviendas NAMA para familias de bajos recursos en 39 ciudades de 26 estados de la República.

La expansión del programa NAMA de vivienda a nivel nacional está apoyada gracias a la existencia de un fondo con recursos donados por los Gobiernos de Alemania y Reino Unido, por un monto de 14 millones de euros (aproximadamente 311 millones de pesos) que comprende dos componentes uno técnico y otro financiero; encaminados a la capacitación y sensibilización del sector, a la innovación y desarrollo tecnológico, diseño de esquemas financieros y al monitoreo de las medidas implementadas

Las viviendas NAMA reducen 20% emisiones de C02 respecto a una vivienda tradicional, lo que a la fecha se traduce en una disminución potencial de más de un millón de toneladas de CO2 en su ciclo de vida, calculado en 40 años. La modalidad de vivienda ayudará a México a cumplir el compromiso que se fijó en el 2012 para la reducción del 50% de las emisiones de CO2 en 2050, con referencia a las registradas en el año 2000.

Actualmente, el sector residencial genera 16.2% del consumo de energía en el país y 4.9% de las emisiones contaminantes. La delegación mexicana acudió a la COP22 para buscar nuevos aliados en la misión de incrementar el número de viviendas NAMA en México, impulsar el desarrollo de la industria de ecotecnologías en el país y transformar el sector en un mercado sustentable.

Alemania ha brindado a México asistencia técnica y financiera para el desarrollo de esta estrategia en nuestro país y que actualmente se está ampliando para mejorar el parque habitacional existente.

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