Ante ello, hay que examinar tanto aspectos físicos como legales de la propiedad, según el portal ION Financiera.

Reconoce reparaciones. Cuando visites cualquier casa que te interese y se adapte al alcance de tu préstamo hipotecario, recuerda hacerlo durante el día para verla por fuera y por dentro, así percibirás alguna plaga, fuga, humedad, cuarteaduras o fisuras que necesiten reparación.

Verifica la legalidad. El mercado inmobiliario está lleno de fraudes, por eso te sugerimos siempre asesorarte con expertos.

Funcionamiento adecuado. Observa que todo esté correcto: desliza puertas y ventanas, que embonen correctamente; que las instalaciones de agua, luz y gas operen bien; mira el techo, en caso necesario corrobora que no tiene un serio desgaste por falta de impermeabilización.

Ubicación sin riesgos. Coteja que se ubique en una zona que no suponga algún riesgo para ti y tu familia, por ejemplo, que no esté expuesta a cables de alta tensión, cerca de barrancos o que se pueda inundar fácilmente.

Contrato. Al concluir con todo el proceso de búsqueda para elegir la mejor opción de casa para ti y tu familia, verifica también que el contrato de compra venta incluya todos los datos correctos de ubicación, metros de superficie, así como todas las características del inmueble.

Otros aspectos. Hoy en día existen en el mercado alternativas crediticias como la mancomunación de ingresos que te permiten unir salarios con tu pareja, incluso amigos, familiares o socios, y los cuales te pueden permitir acceder a un monto más alto y lograr la compra de esa casa que deseas.

Para conocer más sobre tu crédito para vivienda accede a un simulador de crédito hipotecario, que te permita conocer con exactitud cómo deberás administrar tus ingresos en los próximos años para que puedas realizar una planeación adecuada de tus ingresos.