La propiedad vacacional se ha consolidado como un pilar clave en el turismo en México, un sector que sigue mostrando un enorme potencial de crecimiento. La Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur) ha subrayado la relevancia de este segmento como un elemento estratégico para fortalecer tanto el turismo nacional como internacional.
En 2023, el turismo representó aproximadamente el 8.4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, de acuerdo con el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET). Este sector ha demostrado ser resiliente y adaptable, impulsado por la riqueza cultural y geográfica del país, así como por la calidad de servicio que distingue a México en el ámbito turístico.
Para que el turismo continúe impulsando el crecimiento económico, es necesario enfrentar retos como la falta de promoción, la inseguridad y la necesidad de más certidumbre jurídica, en una colaboración estrecha entre los sectores público y privado. Según el CNET, si estos desafíos se abordan correctamente, el país podría generar más de 570,000 nuevos empleos y recibir más de 62 millones de turistas internacionales hacia 2030.
Daniel Linares, director general de Amdetur, destaca que el turismo está en constante evolución, y la propiedad vacacional responde perfectamente a las nuevas demandas, permitiendo a los viajeros maximizar tanto su tiempo como su inversión. Actualmente, este modelo genera alrededor de 6 mil millones de dólares al año y ha elevado la ocupación en desarrollos turísticos con propiedad vacacional por encima de los hoteles tradicionales.
Además, el impacto internacional es significativo: el 75% de las ventas de membresías provienen de clientes extranjeros, lo que posiciona a la propiedad vacacional como un promotor clave de los destinos nacionales en el mercado global.
Por último, la propiedad vacacional no solo fortalece la industria turística, sino que también posiciona a México como un destino cada vez más atractivo, con el potencial de seguir impulsando el desarrollo económico y social del país.