La incorporación de simuladores deportivos en desarrollos turísticos y residenciales premium se está consolidando como una estrategia altamente rentable. Más allá de ser una tendencia de entretenimiento, estas tecnologías inmersivas permiten mejorar la experiencia del huésped, extender la estadía, incrementar el ticket promedio y generar ingresos medibles, con un retorno de inversión (ROI) inferior a los cuatro meses.
Incluye la propuesta experiencias de golf, béisbol y automovilismo en espacios interiores que no dependen del clima, lo que las hace viables tanto en destinos de playa como en entornos urbanos.
Hoteles y resorts como Vidanta, Fiesta Americana, AKUMA y MS Milenium ya han implementado estas soluciones como parte de su oferta de hospitalidad, logrando aumentar la fidelización de clientes y la venta de paquetes premium.
“La integración de simuladores no solo mejora la experiencia del huésped, también permite monetizar espacios de forma versátil y alineada con las expectativas de un público de alto poder adquisitivo”, señala Side Sports.
La tendencia apunta a una creciente demanda por experiencias personalizadas con tecnología de vanguardia, capaces de replicar condiciones reales de juego.