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Desde la última edición de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) hasta la Asociación de Banqueros de México (ABM) y el International Council of Shooping Center (ICSC), se dieron cita este mes para intercambiar visiones de negocios sobre las tendencias del 2011.

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Desarrolladores, banqueros y la industria vinculada al desarrollo inmobiliario encontraron en mayo la fecha perfecta para intercambiar visiones de negocios sobre las grandes tendencias que acompañan este 2011 el desempeño del sector.

Desde la última edición de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) hasta la Asociación de Banqueros de México (ABM) y el International Council of Shooping Center (ICSC), empresarios del ramo plantearon los diferentes escenarios que existen en torno al desarrollo inmobiliario, el futuro de la banca y crédito hipotecario, así como el crecimiento de los centros comerciales.

Todos coincidieron en la recuperación, el desarrollo de nichos y la necesidad de innovación para generar conceptos inmobiliarios exitosos, en medio
de un mercado que recién sale del letargo de la crisis.

A continuación, los detalles de estos encuentros.

 

 

Ciudad de Sao Paulo, Brasil
Ciudad de Sao Paulo, Brasil

 

Banca y crédito, variables clave para la economía

 

El sector financiero es el cerebro de una economía moderna, de manera particular la banca es estratégica para el desarrollo económico, y en México a pesar de la crisis internacional y a diferencia de lo que sucedió en mercados desarrollados, se cuenta con una banca sólida y con expectativa de expansión en el otorgamiento del crédito. Esto en buena medida es resultado del aprendizaje que proporcionó la crisis de 1995. En la 74 Convención Bancaria, se abordaron temas cruciales para seguir fortaleciendo el sector.

El sector financiero es el cerebro de una economía moderna, porque cuando funciona bien asigna recursos y riesgos de manera eficiente, y por ende estimula el crecimiento económico. La banca en particular, es estratégica para el desarrollo económico, y México, pese a la crisis internacional y a diferencia de lo que sucedió en mercados desarrollados, cuenta con una banca sólida y con expectativa de expansión en el otorgamiento del crédito.

En el marco de la 74 Convención Bancaria, “La banca, promotora del desarrollo y del bienestar en México” Ignacio Deschamps, presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (AMB), señaló que “de 2003 a 2007 el crédito bancario en México creció 6 puntos del PIB.

Fue una de las 3 más grandes expansiones del crédito en 50 años. En esos 5 años, el crédito creció 18% en promedio anual, es decir, 3 veces más en términos reales que el PIB. Una tendencia multianual similar es la que preveo a partir de 2011: que crezca el crédito bancario de manera sostenible, con buena calidad de riesgo, entre 15 y 20% cada año, es decir, entre 3 y 4 veces el PIB”.

 

Ignacio Deschamps, Presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (AMB)
Ignacio Deschamps, Presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (AMB)

 

Deschamps reflexionó sobre el bajo nivel de penetración crediticia que hoy se tiene, de cómo crecer dinámicamente pero sostenible. “Subir rápida y agresivamente la penetración del crédito como % del PIB requeriría de un milagro o de un comportamiento irresponsable, porque duplicar el tamaño en un periodo corto, es un problema con consecuencias normalmente lamentables para un ser vivo o una empresa... flaco favor le haríamos al país creciendo artificialmente el crédito para luego caer nuevamente, con el enorme costo social que implica para las familias, empresas y el desarrollo del país”.

Y recordó que esa amarga película ya la vimos en México. ¿Quién se siente orgulloso del 40% del PIB que alcanzó el crédito en el 94? “Sí, efectivamente entre 1990 y 1994, el crédito creció 20 puntos del PIB, en sólo 5 años. El crédito creció como espuma: sin buró de crédito, sin procesos sólidos de admisión, sin áreas de cobranza establecidas. Y el 95 trajo además una enorme crisis financiera y económica. En dos años el crédito cayó 10 puntos del PIB y en los siguientes 8, otros 10 más. Los 20 puntos del PIB se perdieron y tardamos 8 años para que el crédito bancario volviera a crecer. Con una grave afectación a la cultura de pago de los clientes, que gradualmente se ha recuperado”.

 Esos 20 años que perdimos entre la banca nacionalizada y la crisis de los 90, los perdimos también en el desarrollo del crédito. Recordó como en esas dos décadas, otros países que no tuvieron una crisis bancaria y siguieron creciendo el crédito respecto al PIB, como por ejemplo en Chile, éste creció en ese tiempo 40 puntos del PIB.

“Asumamos que es inaceptable el bajo nivel de crédito en México, pero traduzcamos esa frustración, no en acusaciones recíprocas, sino en el compromiso de acelerar la velocidad de crecimiento.”

Sobre la expectativa de crecimiento del crédito bancario para 2011, se dijo optimista por varias razones:

• La fortaleza del capital de los bancos con un índice de más de 16%.

• La liquidez del sistema bancario cuyos depósitos representan 100% de la cartera de crédito; y con acceso al financiamiento en los mercados.

• La calidad de la cartera de crédito bancario, cuya morosidad promedio cayó del 4% en junio de 2009, al 2.6% al cierre de 2010.

• La tendencia favorable de la economía mexicana que tendrá años buenos con crecimientos superiores al 4 porciento.

Por ello, Deschamps pronosticó que en 2011 el crédito de la banca crecerá entre 15 y 20% nominal, ritmo que también consideró se mantendrá varios años en la medida que se conjugue el crecimiento de la economía con la solidez de la banca.

Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público, durante su participación en la 74 Convención Bancaria, recordó que hace dos años, en medio de la severa recesión, la banca se comprometió a no dejar de otorgar crédito al sector privado.

Expresó que “2010 era un año crucial para la recuperación económica de México y donde necesitábamos la solidaridad del Sistema Bancario Mexicano para prestar y aumentar la cobertura del crédito”.

Recordó que el compromiso fue que habría una expansión de dos dígitos en términos nominales, y que deberíamos de crecer al menos 10%. “El compromiso se cumplió y absolutamente todas las carteras de crédito, tanto la de consumo, la hipotecaria, la corporativa, la de pequeñas y medianas empresas, tuvieron un desempeño bastante aceptable en el año 2010”.

“De 2003 a 2007 el crédito bancario en México creció 6 puntos del PIB. Fue una de las 3 más grandes expansiones del crédito en 50 años”, Ignacio Deschamps

Afirmó Cordero que “en toda esta generación de prosperidad económica y de mejorar las condiciones de vida, quiero decirlo con absoluta claridad, el sistema bancario mexicano ha sido de enorme apoyo en este último año”.

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, expresó en su participación en la 74 Convención Bancaria que la posición de la banca mexicana en términos de capitalización y liquidez, junto con un marco regulatorio y entorno económico favorable, debe traducirse en una contribución cada vez más importante al crecimiento de la economía, en éste y en los próximos años.

“El Sistema Bancario Mexicano es uno de los pocos en el mundo, que tiene potencial disponible para impulsar el crecimiento. En otros países emergentes, el ciclo crediticio está muy avanzado, en algunos casos incluso en el límite de su capacidad de expansión. Ello, por no hablar de las economías, cuyos sistemas bancarios están aún en serios problemas”.

De ahí que concluyó su intervención diciendo: “No desperdiciemos esta oportunidad. Tanto desde el punto de vista estructura, como por razones coyunturales, todas las condiciones parecen dispuestas para que veamos en el futuro inmediato una extraordinaria contribución del sistema bancario del desarrollo de México”.

 

Banca mexicana sólida

 

También en la 74 Convención Bancaria, Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), relató como en los mercados desarrollados, ante el inminente colapso del sistema bancario en varios países, principalmente Estados Unidos y Europa, “sus gobiernos se vieron en la necesidad de intervenir, utilizando vastos recursos públicos en aras de restaurar la operación ordenada de dichos sistemas y evitar un descalabro mayor”.

Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en economías desarrolladas, Babatz puntualizó que “en el caso de México fue posible sobrellevar la crisis internacional sin que el sistema bancario registrara un impacto similar al observado en dichos países. En consecuencia, el gobierno no tuvo que destinar recursos para al rescate de ninguna institución, ya que no se presentaron casos de insolvencia bancaria y la actividad crediticia de los bancos no sólo se mantuvo estable, sino que incluso mostró una tendencia positiva.

 

Crédito en números en voz de Deschamps

Hace dos años todos los banqueros en México se preguntaban cuál iba a ser el impacto de la crisis económica global sobre la banca mexicana, luego de ver caer algunos de los grandes bancos internacionales, llegando a afectar sistemas financieros completos, como el de Irlanda, Portugal y los mismos Estados Unidos. Hoy se puede asegurar que se logró mantener la integridad del sistema bancario mexicano y mantiene altos niveles de fortaleza.

Durante la crisis la banca en México garantizó la integridad del sistema bancario logrando que los niveles de capitalización se mantuvieran elevados arriba del 16 por ciento.

Pese a que la cartera vencida creció durante la pasada crisis, a febrero del 2011 ya se había corregido a 2.5 por ciento.

El crédito a la vivienda no ha dejado de crecer, aún durante la crisis, y en el año 2011, al mes de febrero, registró un 9% de crecimiento.

El crédito al consumo, ya alcanzó un doble dígito en el crecimiento de la cartera, que llegó a caer 16% interanual en el peor momento, hoy al mes de febrero se registró un crecimiento del 10 porciento.

Entre 2007 y 2010 se ha financiado 59 proyectos de infraestructura, por un monto inversión de 200 000 millones de pesos, en el que la Banca financió 150000 millones.

El crédito hipotecario, se ha registrado una baja en las tasas de interés desde 2004 pues ha bajado de 14.15 al 12.3%, con la ventaja para las familias que ese pago en pesos no va a cambiar nunca durante 20 años.

 

Lo anterior se explica en buena medida gracias a que nuestro sistema financiero cuenta con un marco regulatorio y un sistema de supervisión adecuados, aplicable por igual en instituciones bancarias de capital mexicano y a filiales de bancos del extranjero”, apuntó.

Como consecuencia de los efectos de la crisis financiera sobre la banca en países desarrollados, recientemente se establecieron nuevos parámetros internacionales de capitalización (Basilea III) y límites de apalancamiento, así como normas de supervisión más estrictas para los bancos, que se irán incorporando paulatinamente hasta el año 2019.  

El cambio más profundo en el paquete de reformas, establece un incremento de 3.5 veces en el índice mínimo de capital fundamental, pasando de un índice de 2% a uno de 7 porciento. Asimismo, el índice mínimo de capital básico, pasa de 4 a 8.5%, mientras que el índice total se incrementa de 8 a 10.5 porciento.

 

 

Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)
Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)

 

Babatz explicó que la aplicación inmediata de las nuevas reglas, ocasionaría la disminución promedio de 41% en el índice de capitalización fundamental para Bancos a nivel internacional, con capital mayor a 3 mil millones de euros y una caída de 25% para bancos de menor tamaño.

Sin embargo, señaló que para “el sistema bancario mexicano, el efecto en el  capital fundamental, será prácticamente imperceptible. Esto se debe a que las reglas adoptadas recientemente por la comunidad internacional son, en términos conceptuales, muy parecidas a las instrumentadas por México como respuesta a la crisis de 1994.

Finalmente resumió que los bancos en México ya  cuentan con índices de capital muy por encima del nuevo mínimo regulatorio propuesto a nivel global. Aprovechando esta fortaleza y con el objetivo de ratificar la solidez de nuestro sistema bancario, México adoptará las medidas de capitalización acordadas por el Comité de Basilea durante el 2012; es decir, con más de seis años de anticipación a la fecha límite del primero de enero de 2019, que fue establecida en los Acuerdos internacionales.

“Durante la crisis absolutamente todas las carteras de crédito, tanto la de consumo, la hipotecaria, la corporativa, la de pequeñas y medianas empresas, tuvieron un desempeño bastante aceptable”, Ernesto Cordero.

 

Conferencia de prensa de la Abm con el Lic. Jaime Ruiz Sacristan Presidente de la Asociacion de Bancos
Conferencia de prensa de la Abm con el Lic. Jaime Ruiz Sacristan Presidente de la Asociacion de Bancos

 

La economía mexicana pinta bien

 

Para el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, al igual que el año anterior, 2011 se perfila para ser bueno en materia de crecimiento económico y de control de la inflación. La economía avanza a tasas aceleradas, además de que la demanda agregada (exportaciones, consumo interno e inversión) muestra un desarrollo más balanceado.

“La demanda externa continúa con el gran dinamismo mostrado desde la segunda mitad de 2009, pero a partir de los últimos trimestres dicho comportamiento ha venido acompañado por uno más favorable de la demanda interna; el consumo privado se ha consolidado en la medida en que se recupera el empleo a la vez que la inversión productiva muestra claros signos de reactivación”, dijo.

Al respecto, Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público, comentó que “el año pasado crecimos al 5.5% y los pronósticos de crecimiento para este año son bastante alentadores y todos están entre 4 y 5%”, pero lo más importante es que cada vez las actualizaciones se ven mejor y van mejorando los pronósticos que se tienen”.

El presidente de la República, Felipe Calderón, en su intervención al inaugurar la 74 Convención Bancaria, expresó su gusto por anunciar el cambio en las estimaciones del propio Gobierno Federal, al revisar a la alza la proyección de crecimiento de México. “Si bien es cierto que la proyección establecida en los Criterios Generales de Política Económica fue de 3.8% para el año 2011, la Secretaría de Hacienda ajusta a un 4.3% de crecimiento su pronóstico para el año 2011”.

Consideró que sigue siendo un pronóstico conservador si se compara, por ejemplo, con el que realizan bancos de inversión, como Goldman Sachs, que incluso llega a ubicarlo en un 4.9% para este año. “Esto confirma que la economía mexicana pasa por un buen momento”.

Puntualizó que “precisamente ahora, en que en México tenemos condiciones económicas favorables, desde un entorno macroeconómico estable hasta perspectivas de crecimiento bien fundamentadas, hoy es precisamente cuando debemos construir las bases para una nueva era de mayor dinamismo y prosperidad”.

 

México ligará en 2011 su segundo año consecutivo de crecimiento y posiblemente a un ritmo más elevado al que se pronosticaba a principios de año.

 

Inflación bajo control

 

Sobre la inflación, Carstens señaló que continúa a la baja, acercándose al objetivo permanente de 3 por ciento. La inflación de marzo fue de 0.19%, lo que arrojó una inflación general anual de 3.04 por ciento.

A pesar de este resultado, el gobernador del Banxico reconoce que en meses más recientes, en el ámbito interno han surgido algunas preocupaciones en materia de inflación, debido básicamente a dos elementos: las alzas en los precios internacionales en materias primas y la probabilidad de que se cierre aceleradamente la brecha del producto.

“Al igual que 2010, este año se perfila para ser bueno en materia de crecimiento económico y de control de la inflación”, Agustín Carstens

Expresó que “la reducción reciente en la inflación en México es atribuible, en parte, a la inflación no subyacente, por lo que no debe descartarse que se presente un rebote en meses subsecuentes”, dijo.

El análisis del banco central, al observar todos los indicadores que afecta el desempeño de los precios, señala que deja ver que la economía mexicana tiene holgura suficiente para crecer como lo viene haciendo, sin generar presiones inflacionarias por ese motivo. Por esas razones, Carstens consideró que, en las circunstancias actuales, es previsible que continúe el proceso gradual de convergencia de la inflación, hacia el objetivo permanente del 3 porciento.

Pero lejos de cantar victoria, el Banxico acepta que hay desafíos como lo representan las alzas de los precios en materias primas, la dinámica con la que podría cerrarse la brecha del producto y los crecientes flujos de capitales externos que ingresan a la economía mexicana.

Por lo anterior, el Banxico debe estar vigilante, respecto de cualquier cambio en la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos, y del impacto  que dichos cambios cuando se verifiquen, tendrán sobre su postura monetaria porque un incremento en sus tasas de interés puede provocar una salida masiva de dólares de nuestro país.

Bajo estas consideraciones, Carstens señaló que “todos sabemos que para que las actuales condiciones bonancibles en la economía mexicana se mantengan, aún en la eventualidad de una modificación repentina o gradual en la política monetaria de Estados Unidos, es preciso preservar dos fortalezas clave.

Primero, un marco macroeconómico sólido, caracterizado por políticas fiscal y monetarias prudentes, y segundo, un sistema financiero sano en términos de capitalización, solvencia y liquidez”.

Concluyó diciendo que en los últimos 12 meses en materia macroeconómica las cosas han ido bien para México, mejor de lo esperado, y porque las perspectivas para 2011 en lo que respecta a la inflación y el crecimiento económico también son favorables, aunque no están exentas de riesgos.

 

Riegos externos

 

La economía mundial vive una coyuntura donde hay diversos elementos que son motivo de preocupación y que describió el gobernador del Banxico:

 • Una elevada vulnerabilidad fiscal en varias de las economías desarrolladas. Este factor de riesgo sigue presente y aún están por definirse las estrategias y los tiempos para superarlo, así como los mecanismos para atenuar sus efectos indeseables.

• La postura monetaria extremadamente laxa por parte de los Bancos Centrales de economías avanzadas, la cual no es sostenible en el tiempo por los riesgos inflacionarios que suscita.

• Los desequilibrios globales, que después de una corrección cíclica han vuelto a agudizarse, podrían repercutir negativamente sobre las perspectivas de crecimiento de la economía mundial.

• La gran incertidumbre sobre si la reciente recuperación en algunas economías avanzadas, en particular en Estados Unidos, será sostenible en  el futuro cercano, una vez que se reduzcan los estímulos monetarios y fiscales en dichas economías.

• Las extensiones geopolíticas en medio Oriente y África del Norte, el desastre en Japón y la debilidad en los sistemas financieros de algunos países de Europa, también podrían generar turbulencia en los mercados.

• Para algunos países emergentes, los riesgos mencionados se combinan con una fuerte expansión del gasto y con el hecho de que ya han entrado a la fase alta de su ciclo de negocios, lo cual significa una limitante para poder seguir creciendo a tasas aceleradas sin presiones inflacionarias cada vez mayores.

Para Agustín Carstens, todo esto configura un entorno externo nada cómodo, pues conjunta perspectivas de persistente debilidad en las economías desarrolladas con amenazas de inflación y sobrecalentamiento en varias economías emergentes.

 

Estabilidad interna consolidada

 

Ernesto Cordero comparó cifras de la economía mexicana por décadas y destacó que, en materia cambiaria, hay una devaluación acumulada del tipo de cambio en la década de los ochenta de 12,576%; en la década de los noventa fue de 221%; en la década del 2000 al 2010, fue tan sólo del 31por ciento.

Estas cifras van muy de la mano con el comportamiento de la tasa de inflación, en la década de los ochenta, la inflación era de 15,000%, en la década de los noventa fue de 400%, y en la década del 2000 al 2010 fue de 55%, un 4.7% promedio anual.

El secretario de Hacienda afirmó que todo esto ha generado condiciones macroeconómicas distintas de las que tuvimos en el pasado. “Actualmente, si consideramos los datos del Fondo Monetario Internacional, México tiene un PIB per cápita ajustada por paridad de poder de compra, de cerca de 14 000 dólares, un PIB per cápita muy parecido al que tiene Rusia, y superior al que tiene Brasil, China o la India”.

 

 

Explicó que buena parte de lo expuesto se debe a la disciplina fiscal que se ha aplicado en los últimos lustros. Recordó que México, a diferencia de otras economías, tiene un déficit muy moderado, de cerca de 2.5% del PIB incluido PEMEX.

“Es cierto que la proyección establecida en los Criterios Generales de Política Económica fue de 3.8% para el año 2011, la Secretaría de Hacienda ajusta a un 4.3% de crecimiento su pronóstico para el año 2011”, Felipe Calderón, Presidente de la República Mexicana.

De igual manera, describió que nuestros niveles de deuda como porcentaje del PIB son de cerca del 32%, cifra muy moderada con respecto a lo que otros países están enfrentando, sobre todo los europeos, porque en México “hemos sido capaces de dar un manejo eficiente en nuestra deuda pública, lo que significa un blindaje financiero fortalecido con la acumulación de reservas internacionales complementada con la línea de crédito flexible del fondo monetario internacional, que en su conjunto suman cerca de 200 000 millones de dólares”.

Finalmente concluyó que la economía mexicana goza de una gran fortaleza y aún en condiciones internacionales inciertas, está ligando su segundo año consecutivo de crecimiento, pero sobre todo, tiene un escenario de expansión optimista para los años siguientes al conjugarse condiciones macroeconómicas de estabilidad con la posibilidad de expandir el crédito bancario que fortalecerá el empuje del mercado interno, que le dará un mejor balance al crecimiento económico del país.

 

Diversificar mercados, otorgar financiamiento a las personas de menores ingresos y explorar nuevas modalidades de inversión, como las de Petrobras, que con recursos de la iniciativa privada ha crecido exponencialmente, son una serie de eventos que bien pueden ser una lección para México.

 

Las lecciones de Brasil

 

Durante la 74 Convención Bancaria, el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, dictó la conferencia “Desafíos globales para la resolución de la crisis financiera internacional y la experiencia de Brasil”, en la cual destacó una serie de eventos que bien pueden ser una lección para México.

La ponencia de Lula giró en torno a tres elementos: diversificar mercados, otorgar financiamiento a las personas de menores ingresos y explorar nuevas modalidades de inversión, como las de Petrobras, que con recursos de la iniciativa privada ha crecido exponencialmente.

“Cambié mi patrimonio político, mi credibilidad política por la necesidad de hacer un ajuste, recuperar la estabilidad, recuperar también la credibilidad interna y externa y al mismo tiempo crear las condiciones para que en el futuro Brasil pudiera volver a crecer y también a tener respetabilidad en todo el mundo”, afirmó.

Explicó que de un superávit primario de 3.75, que ya era bastante elevado, en su primer año de gobierno lo incrementó a 4.25. Con esta decisión Brasil estaba reconquistando su credibilidad.

También relató como “necesario” que Brasil diversificara sus relaciones comerciales y afirmó que no se podía depender de Estados Unidos o Europa, sino que “era necesario mirar hacia América del Sur. Le estábamos dándole las espaldas a América del Sur y América del Sur dándolos las espaldas a nosotros”.

Puntualizó que México necesita mirar hacia Brasil y Brasil necesita aprender a mirar hacia México. Y en lugar de competir, “tenemos que vernos mutuamente como aliados para disputar mercados con otros que son más fuertes y más grandes que Brasil y México”.

 

Luis Inácio Lula Da Silva, expresidente de Brasil
Luis Inácio Lula Da Silva, expresidente de Brasil

 

Atacar la pobreza y fortalecer el mercado interno

 

Después de diversificar sus alianzas decidieron enfrentar el reto histórico para los economistas, gobernantes y para los políticos en sentido general. “Había dos tabús en Brasil, eran dos cosas difíciles de romper”:

La primera, que era incompatible el crecimiento de las exportaciones con el fortalecimiento del mercado interno. Algunos decían que cuando el mercado externo aumentara o creciera, nosotros tendríamos que disminuir el mercado interno.

El otro que era imposible aumentar los salarios sin que aumentara la inflación al mismo tiempo.

“Nosotros rompimos esos dos paradigmas, creció el mercado interno y al mismo tiempo crecieron las exportaciones, el mercado externo”, afirmó.

Durante los ocho años de su gobierno, todos los trabajadores y sindicatos tuvieron un aumento real de sus salarios superior a la inflación. El salario mínimo aumentó prácticamente en un 60% en esos ocho años, y la inflación siguió controlada y el mercado interno sigue creciendo.

La distribución del ingreso se hizo a través de diversos programas, primero a través de Bolsa o Canasta Familiar que atiende a más de 13 millones de familias, más de 44 millones de personas que reciben un ingreso mensual que se dona a la mujer de la familia, principalmente para adquirir alimentos.

Lo que pretendió Lula fue que el segmento de población más pobre tuviera los alimentos básicos (calorías y proteínas) y que ellos pudieran construir los puentes, carreteras y ferrocarriles que tanto necesita el país.

Adicionalmente, esa política de transferencia de ingresos se combinó con una fuerte política de microcréditos, de crédito consignado con pago en nómina.

Hoy día el crédito consignado tiene en crédito en Brasil aproximadamente 80000 millones de dólares.

También otorgaron créditos a los jubilados, 26 millones de jubilados que ganan como máximo un salario mínimo, el equivalente a 400 dólares más o menos. Este jubilado hoy día puede pedir prestado al banco con tasas sin intereses más bajas y puede vivir como un ciudadano.

 

Itamaraty Palace Brasília, Brasil
Itamaraty Palace Brasília, Brasil

 

De la mano con lo anterior, se fortaleció el crédito. “Por primera vez hicimos el Banco de Desarrollo Social Económico en Brasil, que también promueve varios tipos de inversiones y ellos empezaron a prestar dinero a los pobres”.

El resultado de todo esto es que luego de que en marzo del 2003, todo el crédito disponible en Brasil, era el equivalente a 380 000 millones de reales (unos 200 mil millones de dólares), se transformó hoy en día a un billón 700 000 millones de dólares.

 

Inversiones + inversiones

 

El expresidentes relató que cuando lo eligieron para un segundo mandato, fue con base en un programa de compromisos con un programa de inversiones de unos 380 000 millones de dólares, del 2007 al 2010; y esto involucraba a la empresa privada, a la empresa pública y el financiamiento del Estado brasileño.

Como parte de ello, un evento trascendente fue la mayor capitalización de la historia, de 70 000 millones de dólares de Petrobras realizada a través de la Bolsa de Valores de Sao Paulo.

Hoy Petrobras es una empresa altamente moderna y tiene las condiciones para hacer inversiones, renovación tecnológica. Cuenta con la mayor tecnología de prospección en aguas profundas de todas las empresas del mundo, “y esto no es fruto de la suerte, fue fruto de la inversión, de mucha inversión”.

Agregó que hoy día quieren explorar el potencial de Petrobras, que hace 30 años no construía una refinería en Brasil, y hoy está construyendo cinco y quien toma la decisión es el gobierno, junto con el Consejo de Administración de la Empresa.

También comentó que soñaba con el día en que Petrobras y Pemex, sin renunciar a sus características, sin renunciar a su nacionalidad, pudieran unirse, quizás construir otra empresa para explorar otros mercados del mundo.

“Es algo que creo que Petrobras y Pemex deben discutir, que los gobiernos también necesitan discutir, porque realmente pienso que nosotros tenemos que explorar petróleo en otras regiones y tenemos que transformarnos, como empresa latinoamericana, en las empresas más productivas, en las más rentables y en las de mayor envergadura. Espero que algún día esto suceda. No fue posible en mis ocho años de gestión, pero estoy seguro que sí puede suceder”, afirmó.

Finalmente recalcó que no es posible que dos países del tamaño de México y Brasil, tengan una balanza comercial de tan sólo 7000 millones de dólares.

“Tenemos que establecer una política más osada, más atrevida entre Brasil y México, entre Brasil y América del Sur, que no es solamente Brasil, Argentina, Colombia, Perú, son doce países con un potencial extraordinario, donde México puede mirar hacia Estados Unidos sin problema ninguno, pero que mire un poquito hacia abajo, hacia América del Sur, mire un poquito hacia Brasil, para que podamos mejorar México y mejorar a Brasil”.

“México necesita mirar hacia Brasil y Brasil necesita aprender a mirar hacia México, en lugar de vernos como competidores, tenemos que vernos como aliados para disputar mercados con otros que son más fuertes y más grandes que Brasil y México”, Luis Inácio Lula Da Silva, expresidente de Brasil

 

Río de Janeiro, Brasil
Río de Janeiro, Brasil


Texto:real estate market & lifestyle

Foto:STOCKCH, ABM