Lo primero que le puedo recomendar a la gente es que tome un crédito, porque viendo la historia de nuestro país, en los últimos 50 años, este es uno de los momentos con las mejores condiciones para acceder a un financiamiento hipotecario.
Mi sustento para esta afirmación se basa, fundamentalmente, en que el nivel de las tasas de interés para adquirir un financiamiento es de los más bajos en nuestra historia, así como la plusvalía que está teniendo la vivienda en casi todo el país. Por ello, sugiero que si una persona no está pensando en solicitar un crédito, lo considere.
En segundo lugar, sugeriré a los potenciales acreditados que vean opciones, que se acerquen con un experto que los pueda orientar sobre cuáles son sus posibilidades.
Será muy importante que vean alternativas, porque, desafortunadamente, el mercado muchas veces ofrece productos que pudieran ser aparentemente buenos, pero cuando ven el pago mensual respecto a sus ingresos, posiblemente las condiciones no son las más convenientes.
También será importante que elijamos bien en qué zona de nuestra ciudad se quiere adquirir una propiedad, porque de eso dependerá la plusvalía que pueda tener en el futuro.
Nueva o usada
Como parte de la evolución del mercado hipotecario nacional, ha crecido de forma muy importante la adquisición de vivienda usada.
En BBVA, hace pocos años, quizá unos tres, colocábamos un 75-80% de créditos hipotecarios para adquirir vivienda nueva, y solo el 20% de vivienda usada; sin embargo, esa proporción ha cambiado rápidamente. Hoy en día, estamos entre el 60% nueva y 40% usada. Es un hecho que el mercado de la vivienda de uso está creciendo.
Probablemente, por nuestro modelo de negocio, estamos más cargados a las casas nuevas, pero por las estadísticas que observamos de ventas de aquellas usadas, la banca está ayudando mucho para que ese mercado crezca; y es clave para que, a su vez, el mercado de vivienda nueva aumente. Para el usuario final, el abanico de posibilidades aumenta con la participación de ambos componentes.
Generaciones
Sobre las generaciones de la población que demandan vivienda a través de un crédito hipotecario, en particular se cuestiona mucho si los denominados millennials lo hacen. En mi opinión, sí, aunque depende mucho del nicho de mercado, porque sin duda habrá quienes busquen mucho la flexibilidad y movilidad.
Me parece que, hoy por hoy, bajo las circunstancias del mercado local, a la gente le conviene comprar en lugar de rentar; financieramente, es más barato por la plusvalía que se obtiene, y porque las tasas de interés están muy bajas para acceder a un crédito. Al rentar, se pierde la plusvalía que gana el inmueble que se pudiera tener a través de una hipoteca, además de desembolsar un pago mensual por el arrendamiento.
También depende mucho de las circunstancias del millennial, hay quienes sí buscan establecerse y comprar un patrimonio; así como otros a los que les interesa rentar. El mercado de rentas, demanda, están creciendo de forma importante, y los bancos no estamos listos para atender ese segmento como negocio.
Ahora bien, por el lado de la demanda, la hipoteca digital se relaciona en mayor medida con la gente más joven, que tiene la confianza de meterse a internet para hacer este tipo de trámites, pero evidentemente está abierto para todo el mercado, no solo para la generación Y.
En lo particular, hemos avanzado muy positivamente, ya contamos con un proceso 100% digital, en el sentido de que estamos acompañando a los clientes a través de nuestra página de internet. Por ejemplo, le ayudamos a buscar una casa, a calcular para que tipo de vivienda le alcanza, a buscar una referencia del precio de la propiedad que le gustó, le cotizamos y autorizamos un crédito. Una vez que ya lo tiene autorizado, toda la documentación que se requiera la puede subir a través de su móvil y solo presentarse el día de la rúbrica, autentificar su identidad, validar que los documentos son reales y hacer la firma de la hipoteca.
Texto Ricardo Duhart, Director de Banca Automotriz e Hipotecaria de BBVA.
Foto: F. AXEL CARRANZA