El crédito hipotecario ha evolucionado en los últimos 15-20 años. Venimos de un producto muy cuadrado, donde casi casi tenías que adaptarte a determinadas circunstancias y eso dificultó que dejara de ser así a las diferentes realidades sociales de las personas.
A lo largo de los años, hemos evolucionado y adaptado los productos a las necesidades de la realidad social, buscando siempre que cada vez sean más y más mexicanos los que puedan acceder a un crédito hipotecario.
Considerando el momento que vivimos, sin ninguna duda es un buen momento para tomar un crédito hipotecario, eso es incuestionable, más allá de determinadas circunstancias.
Es un buen momento para contratar un crédito hipotecario, porque además de tasas de interés competitivas, sumo las características del financiamiento que es a tasa fija, pagos conocidos, con seguros, etc.
Pero le agrego la parte subjetiva que me gusta mencionar, donde más allá de la coyuntura, las personas que vayan a contratar deben hacer su análisis, una introspección sobre cuál es su situación actual, cuál es su momento de vida, hasta dónde pueden estar viendo su situación para mantener un equilibrio.
El momento es bueno, pero igual de importante es el estudiar bien, el analizar la situación y el verse a uno mismo cómo se proyecta en el momento que lo va a contratar.
Asesoría, fundamental
Con una buena asesoría podemos identificar qué es lo que nos conviene, cuál es el financiamiento al que podemos acceder y hacer los comparativos necesarios para tomar la mejor decisión.
Desde luego, también hay que informarse muy bien cuando se va a comprar una vivienda, quién me la vende, qué estoy firmando, qué características tiene, dónde está el inmueble. Investigar bien de todo el proceso de solicitud del crédito y la posterior compra de una propiedad.
Actualmente hoy hay muchos medios para documentarse, pero para mí el más importante y al que los invito es: acérquense con Santander, donde sin duda van a tener los mejores datos y el mejor asesoramiento para ver qué es lo más adecuado para cada uno de ustedes.
Al final, el banco, contrario a lo que pueda creerse en ocasiones, de verdad está para acompañarte, para asesorarte, para apoyarte en una parte significativa de nuestra vida, que finalmente requiere de instrumentos financieros o bien, de una asesoría más especializada.
A través de esa asesoría puede identificarse el riesgo que se está asumiendo y juntos evaluar qué sí y qué no conviene, y qué se adecua más a cada necesidad.
Las recomendaciones
Algunas de las principales recomendaciones que puedo hacer a quienes están pensando en solicitar un crédito hipotecario, es que en primera instancia deben tener la certeza de la regularidad de un ingreso. Siempre he creído que lo más prudente es medir nuestra capacidad de pago y acercarse primero a una institución, porque te sitúa en la realidad de lo que tienes que buscar, lo cual facilita mucho el proceso, no sólo con lo que tiene que ver con las condiciones del crédito.
También debe mantenerse un buen historial crediticio o sanearlo, cuidar el tener una buen score o calificación; asimismo, conocer todo el panorama completo de todos los gastos que va a suponer el obtener un crédito hipotecario.
Ya estamos lejos de aquellos tiempos donde de repente nos sorprendían con ‘letras chiquitas’, pagos no considerados o impuestos. Hoy todo es muy transparente y por ello recomiendo a todas las personas que es la primera vez que se acercan a un crédito hipotecario, que pregunten y se informe bien, es importantísimo. Desde luego, en Santander vamos a asesorarles y decirles bien de todos esos gastos adicionales más allá del crédito.
Sugiero preparar un cuadro sencillo para hacer todos nuestros números y adecuarlo a las necesidades, porque este tipo de financiamiento no tiene que ahogarnos. Un crédito hipotecario tiene que ser una alternativa que nos permita acceder a un patrimonio sin afectarnos; debemos sentirnos cómodos con el crédito y adecuado a nuestra realidad económica personal o familiar.
A través de este financiamiento se establece una relación de largo plazo entre una institución y una persona, donde el endeudamiento implica un sacrificio importante, por lo que será vital no sobreendeudarse.
No debemos perder de vista que si hay un producto bancario que te genera patrimonio, ese es el crédito hipotecario, justo porque va ligado a adquirir una vivienda, que en el tiempo, nos va a permitir obtener una plusvalía porque se revaloriza. A la vez de cumplir su función primordial (hogar), también puede tener muchas funciones como la de inversión, etc.
Normalmente, la función principal de una hipoteca es la de ser un hogar para nosotros, para nuestra familia o lo que decidamos, pero es una manera de apalancarnos, creando un patrimonio y a partir de ahí se convierte en un círculo virtuoso de crecimiento y de prosperidad para todos.
Texto:Antonio Artigues, Director Ejecutivo Banca Particulares de Santander
Foto: MARIO RAMÍREZ /