Hay un elevado déficit de vivienda y seguimos teniendo una población jóven. Sigue habiendo un bono demográfico que acompaña a esta industria hipotecaria; según registros, se forman al menos 600 mil familias por año, de las que alrededor del 40% son de clase media.
En el contexto nacional hay diferentes actores para atender toda la pirámide poblacional, había un Conapo que atendía con financiamiento a la base de la pirámide, luego los organismos de vivienda (Infonavit y Fovissste) y por supuesto la banca comercial. Aunque somos complementarios, nos quedamos cortos para atender a toda la necesidad del mercado.
Pero para satisfacer a todo este universo que requiere una solución de vivienda, sobre todo de todas las economías mixtas, la solución para integrarlos a la banca no es siempre el crédito hipotecario. Me parece que, primero, la banca tiene que hacer un esfuerzo por bancarizar a la población, para poder entender los flujos de las personas.
Recordemos que el dinero que tenemos los bancos no es dinero del banco, sino de nuestros ahorradores, y tenemos una responsabilidad para saber cómo prestarlo. Entonces, a la hora de evaluar a un cliente, para mí es muy importante entender de dónde vienen sus flujos.
Para ubicar esa necesidad, basta comparar a México con Chile, donde en el país sudamericano el 72% de su población o más está bancarizada, mientras que en México es apenas superior al 40%. El reto no es a quién le prestó, más bien, me parece que lo primero que tenemos que hacer es este esfuerzo de darles acceso a los servicios financieros y generar incentivos a nivel país para que evidentemente estas personas quieran depositar sus flujos en la banca.
Hay que empezar a generar un ambiente de confianza, acercarnos a los clientes de una manera mucho más fácil y poner los servicios donde ellos se encuentran. Facilitemos el acceso. Seamos transparentes.
Algo en lo que hemos luchado muchísimo en los productos de Scotiabank, en particular en el hipotecario y automotriz, es en demostrar que somos muy transparentes. No escondemos comisiones, no cobramos comisiones adicionales, siempre tratamos de complementar con el mayor beneficio en seguros a nuestros clientes, porque evidentemente sabemos que es una responsabilidad el comprar una vivienda.
No debemos perder de vista que, en México, adquirir una casa es probablemente la compra más importante en la vida de cualquiera. Por eso, comparto con mi equipo que no damos hipoteca, sino que somos asesores patrimoniales y nuestra obligación es acompañarlos de principio a fin, haciéndoles este proceso mucho más fácil.
También tenemos una responsabilidad con el cliente y no le podemos dar una crédito hipotecario a una persona que, según mi modelo predictivo nos indica, lo más probable que en los próximos 12 a 18 meses va a caer en impago.
Texto:Paulina Prieto, Vicepresidente de Crédito Hipotecario y Automotriz de Scotiabank
Foto: MARIO RAMÍREZ